Sri Lanka elige hoy a su presidenta en un duelo de viudas
ENVIADA ESPECIALCon el enfrentamiento entre tamiles y cingaleses como telón de fondo, cerca de 11 millones de srilanqueses decidirán hoy en las urnas el nombre de su futura presidenta. Aunque hay cinco candidatos en liza, el verdadero duelo, en medio de excepcionales medidas de seguridad, se dirime entre dos viudas: la primera ministra y líder de la Alianza del Pueblo (PA), Chandrika Bandaranaike Kurnaratunga, hija y esposa de prestigiosos políticos, y Srima Dissanayake, esposa del último político asesinado durante la campaña electoral, el líder del opositor Partido Nacional Unido (UNP).
El recuento de votos se efectuará bajo el toque de queda para evitar que el caliente clima preelectoral, que se ha cobrado casi un centenar de víctimas, encienda los ánimos de los multiétnicos electores decepcionados por los resultados. El 74% de los 17,6 millones de habitantes de esta isla considerada la "perla de Oriente", son de origen cingalés, el 18,1% tamil, el 7,1% musulmán y el 0,8% portugués y holandés.
Las negociaciones de paz iniciadas en octubre pasado por la actual primera ministra con uno de los grupos separatistas más sanguinarios del planeta, los Tigres de Liberación de la Tierra Tamil (LTTE), que pretenden establecer un Estado independiente en el norte de la isla, han polarizado esta campaña electoral. Activos desde 1983, los tigres, como se les conoce, han sembrado el terror en el país y se han llevado por delante la vida de 30.000 personas. Entre ellas los maridos de ambas contendientes.
Vijaya Kurnaratunga, casado con la actual primera ministra, sucumbió en 1988 a los disparos de supuestos tigres. Era el líder del izquierdista Frente Popular de Sri Lanka, ahora transformado en Alianza del Pueblo. El 24 de octubre pasado, Gamini Dissanayake, dirigente del UNP, fue asesinado, junto a 52 personas más, por una mujer bomba.
Embargo económico
El asesinato de Dissanayake ha roto momentáneamente las negociaciones, cuya segunda vuelta debía iniciarse el 24 de octubre. El Gobierno de Chandrika Kumaratunga ha levantado parcialmente el embargo económico a Jaffna -la capital tamil, enclavada en la península del mismo nombre-, que desde hace años carece de agua corriente, electricidad y otras necesidades básicas y ha enviado diversos emisarios a esa península, prácticamente incomunicada con el resto de la isla. Si la PA gana, según los sondeos parece lo más probable, las negociaciaones podrían relanzarse inmediatamente después de las elecciones.Precisamente son los votos tamiles y musulmanes, que también contribuyeron a su victoria en las legislativas de agosto de 1993, los que permitirán a la primera ministra convertirse en jefa del Estado.
Dissanayake fue el artífice del Acuerdo Indolanka alcanzado en 1987 por India y Sri Lanka y en el que en un principio participaron los propios tigres. Por éste, India se comprometía a aplicar mano dura en el santuario tamil situado frente a las costas de Jaffha, en el Estado indio de Tamil Nadu. La viuda, depositaria de su testamento político y elegida por el partido como solución de compromiso para recoger, mitad por pena, mitad por respeto, los votos que habrían otorgado a su marido, no quiere sentarse a hablar de paz hasta que la guerrilla deponga las armas.
Si en la manera de tratar el terrorismo hay profundos desacuerdos, ambas candidatas son partidarias de poner fin para julio del próximo año a los poderes extraordinarios de que goza el presidente ejecutivo desde 1978, fuera del control de los 225 parlamentarios que se sientan en la única cámara que integra el Parlamento. Esta tercera elección presidencial, supondrá sin duda el final de una era política.
La líder de la PA se apunta como la virtual ganadora de la contienda gracias a su campaña para reducir los altos precios de los artículos de primera necesidad. Promete también desmantelar los hábitos corruptos instaurados durante los 17 años que el UNP permaneció en el poder.
Carcomida por un desempleo, escondido detrás de una ocupación en la economía sumergida, Sri Lanka, cuya economía depende en un 60% de la asistencia externa, es uno de los países en desarrollo que más se ha esforzado en ofrecer unas condiciones de vida digna a su población: más del 90% sabe leer y escribir.
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