Contradicciones en los testimonios de los principales testigos del 'caso Pan Bendito'

Los testimonios de los principales testigos de cargo del caso Pan Bendito contribuyeron poco a aclarar qué ocurrió el 23 de agosto de 1991 en ese barrio del distrito de Carabanchel. Contradijeron sus versionesanteriores en algunos aspectos y suscitaron nuevas dudas: indicaron que antes del disparo, el procesado -el cabo José Manuel Villarejo- y su acompañante golpearon con sus porras al detenido, Juan Andrés González. Sin embargo, la autopsia no reflejó contusión alguna en el cuerpo, salvo el disparo, recalcó el abogado defensor. Teresa González, la anciana madre de Juan Andrés, que ayuda al sostén económico de sus cinco nietos, suplicó al tribunal, llorando, que se hiciera justicia.

El juicio debe dilucidar si el delincuente recibió un tiro cuando ya estaba esposado o si el agente le disparó en defensa propia porque iba a atacarle.Los testigos no se pusieron de acuerdo sobre la manera en que los agentes sacaron del portal a Juan Andrés -ya con un tiro mortal en el costado-, para llevarle al hospital Doce de Octubre, donde ingresó cadáver. Que le sacaron esposado, pese a que estaba herido de muerte, lo reconocen hasta los policías. Las diferencias -que pueden restar crédito al relato de cargo- radican en cómo.

Los agentes sostienen que le sacaron boca arriba y esposado con las manos por delante. Dos de los testigos señalaron, por el contrario, que llevaba los grilletes por detrás y que su cuerpo miraba hacia el suelo, y otros, que salió con el pecho hacia arriba y con las esposas a la espalda.

Catalina Flores, el primer testigo que declaró ayer, negó la versión del procesado según la cual disparó sobre Juan Andrés cuando éste le apuntaba con el revólver que había arrebatado a su compañero. "No pudo quitarles la pistola; lo tenían esposado por detrás".

-¿Tiene usted interés en que se condene al agente? -preguntó el abogado defensor, Ángel López-Montero.

-Si se lo merece, sí. -repuso la testigo.

La defensa pidió también a Flores que explicase por qué decía ahora que Juan Andrés estaba esposado de ambas manos cuando en su declaración ante el juez instructor, "sólo unos días después de los hechos", había dicho que únicamente tenía esposada una mano cuando recibió el tiro. "Ahora estoy diciendo la verdad", contestó Flores.

El abogado de la familia de la víctima, Emilio Rodríguez Menéndez, justificó las contradicciones de los testigos en su "bajo nivel cultural y la consiguiente dificultad de expresión". En la declaración de Cristóbal Silva, hermanastro del fallecido, la defensa también apreció contradicciones. Silva y otros testigos refirieron ayer un detalle que durante la instrucción no había salido a relucir. Silva dijo que cuando el cabo Villarejo y Carlos lbáñez "tenían reducido y acorralado" al delincuente, un policía le comentó que éste había atropellado a una niña cuando le perseguian tras robar un coche. "Cuando vi que le tenían reducido, le dije que se tranquilizase, que no iba a pasar nada. Salí a la calle y escuché el disparo". El fiscal pide 12 años para Villarejo por entender que el disparo se produjo cuando Juan Andrés ya estaba esposado.