Los contratos indefinidos han caído del 5% al 2% desde la reforma laboral
Firmar un contrato indefinido se ha convertido en una quimera. En el primer semestre de este año, se han registrado en el Instituto Nacional de Empleo (Inem) un total de 2.754.325 nuevas contrataciones y, de ellas, sólo 55.364 son fijas. Eso supone que las relaciones laborales indefinidas que se han firmado desde la entrada en vigor de la reforma laboral han caído desde el 5% al 2%. Esa reducción se constata también en la Encuesta de Población Activa (EPA), que entre los meses de enero y junio recoge una destrucción de 94.310 empleos fijos y la creación de 84.380 temporales.
Los nuevos contratos fijos se situaron en el 5% a partir de 1984, momento en que el Gobierno puso en marcha una modifica ción de las relaciones laborales que uno de los autores bautizó como "contratación a la carta" para las empresas. El porcentaje se ha mantenido en torno al 5% hasta el primer semestre de 1993, pero el simple anuncio de la última reforma laboral hizo que la cifra bajase al 2,5% en el segundo semestre de 1993.La entrada en vigor de esa reforma, en enero de este año, ha provocado una reducción adicional en los nuevos contratos indefinidos, que han bajado al 2% en el primer semestre de 11 994, según las cifras entregadas a los sindicatos por el Inem. Esa caída empieza a preocupar a algunos responsables políticos -sus comentarios se ciñen, de momento, al ámbito privado- porque va en detrimento de la calidad del empleo y la propia competitividad de las empresas.
La derogación de los contratos temporales ha sido compensada con un mayor uso de contratos por obra y servicio. Entre enero y junio de este año las relaciones laborales bajo, esa modalidad son 944.983 del total de 2,75 millones. Eso supone un 38,1% frente al 34% de 1993, el 31% en, 1992 y el 28% de 1991.
Hay también una fuerte subida en los contratos a tiempo parcial. En el primer semestre de este año ascendieron a 404.000, el 16% del total, mientras que en 1993 fueron un 14% y en 1992 un 11%. Los eventuales por necesidades de la producción son 600.000 y se mantienen en el 22%. Los temporales de fomento del empleo son 234.000, por prórrogas de la figura contractual ahora derogada.
En cuanto al nuevo tipo de contrato para aprendizaje, se han firmado 114.000, el 4,5% del total. En prácticas, sólo 19.000, el 0,72% con una fuerte y preocupante caída -estaba en el 4%- en el contrato donde está más claramente garantizada la formación profesional.
La reducción de, los nuevos contratos indefinidos se refleja en la EPA, que entre el segundo semestre de 1993 y el primero de 1994 arroja una pérdida de 1.510.910 empleos fijos, mientras que aumentan en 100.050 los empleos temporales. En la última EPA aparecen un total de 5.710.370 asalariados fijos y 2.896.350 eventuales, el 33,6% del total. El porcentaje de temporales sobre el conjunto de asalariados era diez puntos inferior, el 23,3%, en 1988.
Esas cifras ponen de manifiesto, según los sindicatos, que se está produciendo una sustitución de trabajadores con contrato indefinido por temporales, tal como vaticinaron. Las centrales también han detectado en algunas empresas con beneficios la aplicación de despidos por causas organizativas, -nueva figura de la reforma-. Los empresarios ahorran costes si ocupan los huecos de los fijos con empleados eventuales.
Según un estudio realizado por CC OO en Galicia, el coste de un trabajador fijo es de 1,62 millones de pesetas al año y de 9.14.500 pesetas para uno temporal. Eso supone 684.000 pesetas menos (el 42%). El 80% de los despidos se producen en empresas con menos de 50 trabajadores; sobre el tipo de trabajador despedido, el estudio concluye que el 55% tenía una antigüedad de entre uno y diez años y el 26% llevaba en la empresa más de diez años.
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