Leo con estupor
en EL PAÍS del día 18 de octubre la siguiente noticia: Los padres de un colegio no quieren' ancianos en el patio, y añade: "Los padres de 28 niños-as del colegio Casa de Paz, de El Escorial, se niegan a que sus criaturas, entre dos y cuatro años, compartan durante cinco minutos al día unos pocos metros cuadrados de los cuatro mil de que disponen".La historia comienza cuando 30 ancianos-as ocupan un edificio contiguo al colegio, de forma provisional, hasta que terminen las obras de su residencia habitual de Arganda. Pues bien, los progenitores de estas criaturas se niegan a esa relación.
El concejal Santiago Herranz propone separarles con vallas. Permítame que, como profesionales de la educación, me indigne. Hoy, desde la educación, estamos tratando de inculcar a nustros niños y niñas valores tan importantes como la solidaridad, la tolerancia el respeto .Potenciamos la relacción con los mayores. Además de mis propias experiencias conozco otras que se están llevando a cabo en centros educativos para desarrollar estos objetivos: talleres de abuelos-as que cuentan cuentos, abuelos jardineros, talleres de canciones y cuentos tradicionales, etcétera.
Pienso que las personas que rechazan esta relación, en la que se comienza a potenciar la solidaridad entre las generaciones, es porque no han tenido la suerte le compartir experiencias de vida con ancianos a lo largo de su infancia, pero, por favor, no priven de ello a sus hijos e hijas.-
