Francia revive la memoria de la guerra de la independencia
Francia tenía un Gobierno progresista: Pierre Mendés-France era primer ministro, y François Mitterrand era ministro del Interior y responsable del orden público en los departamentos argelinos. El 1 de noviembre de 1954, hace cuarenta años, dio comienzo con la guerra de independencia en Argelia, la feliz un periodo de consecuencias traumáticas para la sociedad francesa.Ocho años después, en 1962, sin que en París se hubiera admitido, siquiera la existencia de una guerra (eran los acontecimientos de Argel), la colonia magrebí se soltó definitivamente del brazo de una metrópoli estupefacta ante su propia crueldad sobresaltada por una sublevación militar y la caída de la IV República, dividida para siempre en dos bandos: Argelia francesa, Argelia libre.
La prensa dedicó ayer numerosos artículos a recordar aquel Día de Todos los Santos y a constatar que Argelia parece presa de una maldición. Cuarenta años después, más guerra. Un alto mando militar francés comentó a este periódico que los veteranos de aquella guerra seguían las noticias con asombro: "Son los mismos atentados, las mismas emboscadas en los mismos lugares. Es la misma guerra".
En el vespertino liberal Le Monde, el profesor y político Sami Nair constató con desolación que "franceses y argelinos siguen hablando sin escucharse" y que "todo está aún por hacer".
"La inmensa tragedia argelina", tituló el conservador Le Figaro para recordar que Francia y su antigua colonia mantenían vínculos muy estrechos y sugerir que la ruptura fue un error.
"1954-1994: las dos guerras de Argelia", tituló el sensacionalista France-Soir, en cuya opinión la herencia del Frente de Liberación Nacional no fue más que "miseria, terreno abonado para los locos de Alá".
El comunista L'Humanité reclamó a la Unión Europea un gran plan de ayuda.
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