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Bilbao mira por fin a la ría

Revitalizar el área metropolitana de la capital de Vizcaya pasa por su descongestión y especialización

El gran Bilbao ha vivido demasiado tiempo de espaldas a la ría y acogotado por la presión demográfica: el 44% de la población vasca reside en torno a la capital de Vizcaya. La crisis de la industria tradicional (siderurgia, naval) ha debilitado el protagonismo de la gran metrópoli como locomotora del País Vasco.Los proyectos para lavar la cara de Bilbao y restituir su papel central pretenden introducir la ciudad en un nuevo modelo urbano que sea la respuesta a la reconversIón de su aparato productivo. Los urbanistas creen que sólo la descongestión y especialización industrial podrán frenar ese deterioro de liderazgo.

"Lo que le pase a Bilbao condicionará el futuro de Euskadi", asegura rotundo el arquitecto urbanista Alfonso Vegara, quien destaca la "pérdida progresiva de rango urbano" de una urbe de un millón de personas.

Pese a esta relevancia, Bilbao tuvo que esperar hasta 1992 para tener su primer plan de ordenación urbana. Tras seis años de trabajo, el Ayuntamiento aprobó el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que debía cambiar el rostro a una ciudad duramente deteriorada por el declive de la industria pesada.

Según las estimaciones, construir las infraestructuras previstas en el plan requerirá 206.000 millones de pesetas, mientras que la dotación de equipamientos supondrá otros 77.000 millones. El objetivo final es transformar la imagen de una urbe industrial, contaminada y empobrecida, en un pujante centro de servicios, capaz de recuperar su esplendor.

Y el camino para alcanzarlo pasa por convertir la ría en un eje de encuentro de Bilbao frente a su papel de "segregación social de antaño", como apunta Vegara. La estructura urbana de Bilbao ha ignorado la ría. Sus orillas fueron ocupadas por instalaciones industriales y portuarias mientras el trazado del ferrocarril era el candado al entramado productivo.

Limpiar la ría

Beti Duñabéitia encarna el sueño de muchos bilbaínos. Ha sido presidente del Athletic e incluso alcalde por unos meses. Un buen día miró a la ría y se echó un farol: "En 1996 me baño en la ría tirándome del puente San Antón". En la manga tenía un comodín: el plan de saneamiento. Un año antes del evento ya se tratan las aguas residuales de 275.000 habitantes y se elimina el 30% de la contaminación. En 1997, el plan eliminará el 70% de la contaminación de 674.000 ciudadanos por el módico precio de 52.000 millones.La crisis golpeaba Bilbao, lo empobrecía, pero posibilitaba un nuevo modelo de ciudad. Los solares de los Astilleros Euskalduna, varias instalaciones de Altos Hornos de Vizcaya y del puerto de Bilbao, aúténticos cadáveres del "esplendor del pasado", eran liberados. Casi la mitad de las ruinas industriales de Euskadi están en Bilbao y en su margen izquierda: 1,5 millones de metros cuadrados.

La zona de Abandoibarra, 300.000 metros cuadrados céntricos, es una pieza fundamental del PGOU. Allí se está construyendo el Museo Guggenheim (unos 20.000 millones de inversión) y el palacio de congresos y de la música. Para su reordenamiento general, el Ayuntamiento encargó la elaboración de proyectos a urbanistas de primera fila.

Los arquitectos Ricardo Bofill, Eduardo Arroyo, Francisco Mangado y César Pelli y el ingeniero José Antonio Fernández Ordóñez compitieron en el concurso de ideas. El Ayuntamiento eligió la propuesta de Pelli, autor de parte de la remodelación de los docklands del este de Londres.

En octubre de 1992, la creación de la sociedad Bilbao-Ría 2.000, integrada por el MOPT, la Diputación de Vizcaya, el Gobierno vasco y las empresas públicas afectadas puso en marcha la ambiciosa transformación. El fin fundacional de la sociedad, revitalizar el gran Bilbao, pasa por objetivos más concretos: la cesión de los terrenos de propiedad de empresas públicas y la reforma del tráfico ferroviario para iniciar la transformación de Abandoibarra y Amézola, una zona ocupada en el sur del Ensanche por una estación ferroviaria de mercancías.

Estas operaciones supondrán un coste de unos 25.000 millones. Bilbao-Ría 2.000 ha planteado la autofinanciación de las obras con las plusvalías generadas. Gracias al acuerdo alcanzado en mayo de 1993 en el marco de Bilbao-Ría 2.000, Renfe y el resto de empresas públicas (Astilleros Españoles, FENVE y el Puerto Autónomo) cedieron los terrenos de su propiedad, mientras que el MOPT asumió la construcción de una nueva estación de mercancías en la ampliación del puerto autónomo, otra de las obras clave que permitirá el reencuentro con la ría.

Pero el Bilbao metropolitano renovado contará también con toda una red de infraestructuras como los viales, las circunvalaciones, la ampliación del aeropuerto de Sondika y la obra estrella: el metro. La línea que recorrerá desde noviembre de 1995 la margen derecha va a costar 90.000 millones. El primer viaje se realizará en noviembre de 1995.

En el espejo del año 2000, los expertos ven Bilbao como una gran metrópoli especializada, cabecera en actividades como el aparato administrativo, los estudios universitarios y los servicios, financieros y de investigación y desarrollo.

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