Los serbios responden al revés militar en Bihac con amenazas a Sarajevo

El rotundo éxito inicial de la ofensiva militar bosnia al sur y al este del enclave de Bihac, situado en el noroeste de Bosnia-Herzegovina, con la conquista en tres días de más de 200 kilómetros cuadrados de territorio ocupado por soldados serbios, le puede costar caro a Sarajevo. El general serbio Dragomir Milosevic, responsable del cerco de la capital bosnia, amenazó ayer con bombardear "puntos estratégicos" si no cesa de inmediato la ofensiva en Bihac. La respuesta del jefe de la Fuerza de Protección de las Naciones Unidas (Unprofor) en Bosnia, el general Michael Rose, es clara: "Si atacan, ya saben lo que les espera".Esta tensa situación coincide con un endurecimiento de la política de la OTAN. Según su secretario general, Willy Claes, la ONU, que era renuente, ha aceptado sus tres propuestas destinadas a incrementar la eficacia de las acciones: reducir el proceso burocrático de toma de decisiones; eliminación de los avisos previos y permitir ataques a objetivos múltiples.

La embajadora de EE UU ante la ONU, Madeleine Albright, presentó ayer un texto de resolución para el levantamiento del embargo de armas a Bosnia, que, de ser aprobado, entraría en vigor seis meses después de su adopción por las Naciones Unidas. La propuesta cuenta con la oposición de Londres y París, ambos con derecho de veto en el Consejo de Seguridad.

La respuesta serbia a la ofensiva de la Armija (Ejército bosnio de mayoría musulmana) representa la primera prueba de esta política. Tanto el enclave de Bihac como Sarajevo son zonas protegidas por la ONU y por lo tanto cualquier ataque artillero sobre ellas es susceptible de obtener una respuesta de la OTAN. El líder serbio bosnio, Radovan Kardzic, ordenó ayer un contraataque general en el noroeste de Bosnia para frenar el avance de las fuerzas de Sarajevo en la zona de Bihac.

La Armija prosiguió su espectacular avance en la región de Kupres. El éxito del Ejército bosnio, él más importante desde el inicio de la guerra hace 30 meses, puede deberse a la conjunción de dos factores: la capacidad profesional del V Cuerpo bosnio y de su jefe, el general Atif Dudakovic, y las crecientes dificultades de suministro de gasolina del Ejército serbio-bosnio, que limita la movilidad de su artillería.