Decepción en Israel tras la visita a Siria del líder norteamericano

Profunda decepción en Israel por la falta de resultados de la visita del presidente norteamericano, Bill Clinton, a Damasco el jueves pasado. Este es el sentimiento generalizado en los medios gubernamentales israelies. "Hafez el Asad [presidente sirio] no se ha movido un milímetro en sus posiciones sobre el tratado de paz ni sobre el terrorismo", ha declarado un alto funcionario de la Presidencia del Consejo de Ministros.

Clinton finalizó ayer su visita a Israel con un almuerzo con el presidente Ezer Weizman antes de salir rumbo a Kuwait. El presidente norteamericano declaró que estaba dipuesto a volver a la región en cualquier momento, si su presencia fuera necesaria para salvaguardar la paz.

La decepción en Israel no quiere decir que se considere falso cuanto han declarado tanto Clinton como Asad sobre la voluntad de éste último de alcanzar un acuerdo de paz con Israel. "Assad, ciertamente, ha escogido la estrategia de la paz. No tenía otro camino después de la desaparición de su aliado, la Unión Soviética, y de la firma de la" paz egipcio-Israelí. La citada fuente, señala no obstante que Siria "no trata de negociar las condiciones de esta paz, sino de imponerlas".

La frustración es aún mayor en lo que respecta al terrorismo porque Clinton no ha logrado arrancar una sola condena pública del terrorismo por parte de Asad. No sirve de consuelo la afirmación del presidente norteamericano de que Asad le comunicó en privado su condena del atentado que costó la vida a 22 civiles en Tel Aviv la pasada semana. No olvidan en Israel que 10 organizaciones del Frente de Rechazo palestino que mantienen la lucha armada tienen abiertas sus sedes en Damasco.

El ministro de Asuntos Exteriores, Simon Peres, cree que en Siria "habrá que esperar mejores días y, mientras tanto, habrá que continuar, acelerándolas, las negociaciones con los palestinos".