Clinton anuncia progresos hacia la paz tras reunirse con el líder sirio, Asad
La paz entre Israel y Siria se hará esperar. Bill Clinton ya contaba con ello cuando se reunió ayer en Damasco con Hafez el Asad. Por eso, el consejero nacional de Seguridad, Anthony Lake, había calificado la visita como "una inversión" cuyos "dividendos llegarán un poco más tarde". No obstante, el presidente norteamericano señaló, tras la entrevista con su homólogo sirio, que se produjeron "algunos progresos" sobre los que no quiso dar detalles. "Estamos avanzando", subrayó Clinton.Asad reafirmó el "compromiso continuado" de su país con el proceso de paz y se mostró dispuesto al "establecimiento de relaciones normales y pacíficas con Israel a cambio de la total retirada del Golán y del sur de Líbano".
Clinton volvió ayer a territorio israelí, donde, dos días antes, en un polvoriento puesto fronterizo del desierto de Arava, había asistido al acto histórico de la firma del tratado de paz entre el Estado israelí y Jordania. Al caer la noche pronunció un discurso ante el Parlamento y anuló su prevista visita a los lugares sagrados en esta ciudad de cristianos, árabes y judíos, para no herir las susceptibilidades palestinas y árabes. El sector este de la ciudad fue conquistado por el Ejército israelí durante la guerra de junio de 1967. Israel considera a Jerusalén su capital única e indivisible. Clinton optó por una solución salomónica: fue su esposa, Hillary, la que efectuó un "paseo privado". Pese al proceso de paz, ayer prosiguieron los choques entre soldados israelíes y manifestantes palestinos en Cisjordania. También se produjeron combates esporádicos en el sur de Líbano.
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