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CiU renuncia a dar carpetazo al 'caso De la Rosa' en el Parlamento catalán

El rodillo nacionalista en el Parlamento catalán ya no es lo que era. El caso De la Rosa obligó ayer a la mayoría absoluta de CiU a aflojar ante la oposición y a renunciar a dar carpetazo a la polémica sobre las relaciones entre el financiero encarcelado y el Gobierno catalán. Los nacionalistas apoyaron una propuesta socialista que insta al Gobierno de Jordi Pujol a informar al Parlament sobre diversos negocios del empresario en los que la oposición sostiene que éste recibió trato de favor por parte de la Generalitat. Las concesiones de la mayoría no fueron ajenas a la renuncia del PSC a hacer una oposición frontal. Los socialistas optaron por el posibilismo: se abstuvieron de exigir responsabilidades al Gobierno de CiU por el escándalo, pero lograron que las relaciones entre el financiero y la Generalitat sigan hirviendo en el puchero.

El rodillo parlamentario de Convergéncla i Unió no había dado hasta ayer la más mínima muestra de flaqueza desde, que, en 1984, los nacionalistas se alzaron con la mayoría absoluta en la Cámara catalana. Pero la alarma social y las denuncias de la oposición sobre la presunta existencia de tramas de negocios y favores entre el financiero y los nacionalistas catalanes, sumadas a la experiencia del Gobierno del PSOE con sus propios escándalos de corrupción, han aconsejado a los convergentes aflojar la fuerza de su rodillo.El Parlament acordó ayer, a propuesta de CiU y con los votos de la oposición, excepto Iniciativa per Catalunya, que lo consideró insuficiente, pedir un informe a la Sindicatura de Cuentas sobre el uso que De la Rosa hizo de un aval de 10.000 millones de pesetas que le concedió el Gobierno catalán para el parque de Salou y Vila-seca.

La oposición, en general, considera poco menos que ociosa la elaboración de dicho informe en sí mismo, pero destaca que la resolución propuesta por CIU y aprobada por el Parlament prevé que el informe de la Sindicatura de Cuentas pueda ser discutido por el pleno de la Cámara, circunstancia que impedirá, por el momento, dar carpetazo al caso De la Rosa.

Los nacionalistas también apoyaron una propuesta del PSC que Insta al Gobierno catalán a informar al Parlament sobre los motivos que llevaron a la Generalitat a conceder una licencia de edificación a la clínica New Teknon de Barcelona, de la que De la Rosa era copropietario, después de que el Ayuntamiento la hubiese denegado.

La misma resolución obliga al Ejecutivo de Pujol a explicar a la Cámara la compra por parte de la Generalitat de dos edificios a CNL, también de De la Rosa, así como a controlar las actividades de la Fundación Quail, a cuyo nombre está buena parte del patrimonio de De la Rosa.

Los convergentes también aceptaron la vieja y hasta ayer desatentida pretensión de la oposición de que Pujol comparezca regularmente ante el Parlament para someterse a las preguntas de los diputados.

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Los nacionalistas se han agarrado ahora al concepto de transparencia como Mijail Gorbachov se asió en su día al de glasnost. Pujol no esperó ayer a que concluyese el debate de política general para declarar a la prensa que la voluntad de CiU es aportar la "máxima transparencia" al caso. "Los más interesados en que haya transparencia somos nosotros", redundó.

Roca frente a Serra

El cambio de actitud de la mayoría nacionalista no es ajena. a la renuncia de los socialistas a exigir al Gobierno de la Generalitat, al menos de momento, la asunción de responsabilidades por el caso del financiero. El PSC apoyó una resolución de IC en la que se constataba la existencia de "importantes responsabilidades políticas" del Gobierno catalán, pero se abstuvo de instar al Ejecutivo de Pujol a asumir dichas responsabilidades.El PSC también se desmarcó del resto de la oposición al abstenerse de reprobar la política de concesión de avales de la Generalitat. Ambas resoluciones, obviamente, fueron rechazadas por la mayoría.

Los socialistas catalanes no sacaron un mal rendimiento de su estrategia de buscar el acuerdo con CiU a la que les ha abocado el pacto PSOE-ClU en Madrid. Evitando el choque frontal, estéril frente al rodillo absoluto, lograron que los nacionalistas no diesen por cerrado el caso en el Parlament.

Pese al astilloso caso, del financiero, la luna miel entre ambas partes se puso de manifiesto una vez más en otra resolución aprobada con los votos de CiU y el PSC. Según esa resolución, el Parlament se congratula por el efecto del clima de entendimiento entre el Gobierno catalán y el español en "la resolución de los problemas de los ciudadanos".

Al margen del debate parlamentario, Miquel Roca y Narcís Serra protagonizaron una polémica al declarar el primero que si el vicepresidente del Gobierno considera insuficientes las explicaciones dadas por la Generalitat es que "debe saber más que nosotros sobre el tema". Por la tarde, Serra exigió a Roca "una rectificación urgente".

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