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El democristiano Fernando Alvarez de Miranda acepta ser defensor del pueblo por consenso

Los socialistas y los populares consiguieron por fin ayer ponerse de acuerdo en un candidato para defensor del pueblo y que, además, aceptara: Fernando Álvarez de Miranda, de 70 años, democristiano y presidente del Congreso de los Diputados elegido en los primeros comiciós democráticos tras la muerte de Franco. Embajador extraordinario en varias ocasiones y destinado a El Salvador por el Gobierno socialista en 1986, ahora ejerce la abogacía y es miembro del Consejo de Estado. El Congreso le elegirá formalmente como defensor del pueblo dentro de dos semanas.

Ese interregno de unos quince días está relacionado con los plazos reglamentarios para el nombramiento y con el requisito de que debe aprobar primero su candidatura la Comisión mixta Congreso-Senado para las relaciones con el Defensor del Pueblo. Una aprobación que se presenta como de mero trámite.El acuerdo para proponerle como Defensor se produjo entorno a las dos y media de la tarde de ayer, después de que Landelino Lavilla rechazara el cargo y fueran consultados los líderes de las principales fuerzas parlamentarias: José María Aznar, del PP; Julio Anguita, de Izquierda Unida; Miquel Roca, de Convergéncia i Unió, e Iñaki Anasagasti, del Partido Nacionalista Vasco.

Todos estuvieron de acuerdo, pero después de la fallida experiencia con Lavilla, los negociadores optaron por mantener el consenso en secreto y consultar a Álvarez de Miranda, que se encontraba en Bruselas en viaje de trabajo.Ya ha dicho síUna vez que Joaquín Almunia, presidente del Grupo Parlamentario Socialista, conversó con él por teléfono y obtuvo la aceptación de la propuesta, el acuerdo fue difundido, incluso con cierta solemnidad, a media tarde.

Esa misma mañana, el propio presidente del Gobierno, Felipe González, había tenido que anunciar que el también democristiano Landelino Lavilla, sucesor de Álvarez de Miranda en la presidencia del Congreso, había rechazado la propuesta para ser Defensor del Pueblo, que la noche anterior habían pactado y anunciado el Gobierno y el PP.Esa sorpresa de última hora dejó desconcertados a algunos parlamentarios, sorprendidos de que las negociaciones afectaran a personas a quienes no se había consultado si estaban dispuestas a ocupar un cargo público.

De hecho, la explicación que dio posteriormente el propio Landelio Lavilla fue que considera terminado su ciclo "de dedicación a la vida política". Este veterano y prestigioso jurista forma hoy parte del Consejo de Estado.Las primeras declaraciones de Álvarez de Miranda fueron para agradecer la confianza que ha sido depositada en él. "Es una responsabilidad que asumo con plena consciencia del papel que debo jugar", aseguró.

Monárquico y demócrata

Ésta es la segunda vez que el consejero del Estado Fernando Álvarez de Miranda y Torres es candidato a Defensor del Pueblo. Este santanderino nacido el 14 de enero de 1924, con un perfil político democristiano similar -al de Landelino Lavilla- el hombre que ayer rechazó el puesto que le servían PP y,PSOE-, se ofreció en 1982 para ese cargo en caso de que su candidatura no entrase en conflicto. con la de Joaquín Ruiz-Giménez -otro dernocristiano-, que fue la que prosperó.Álvarez de Miranda estudió Derecho en las universidades de Madrid y Zaragoza, las mismas en las que cursó sus estudios de abogado Landelino Lavilla. Su carrera política se inició en la clandestinidad, participando activamente en los movimientos de oposición al franquismo. Su presencia en el congreso de Munich (el contubernio de Munich, según la terminología del anterior régimen) le costó su destierro a la isla de Fuerteventura en 1962. El citado congreso, de tinte europeísta, fue la primera reunión de opositores a Franco del exilio y del interior. Dos años más tarde, don Juan de Borbón, padre del actual monarca, le incorporó a su consejo asesor privado. En 1969 tuvo que sufrir un nuevo destierro, esta vez de varios meses en Teruel, durante la promulgación de un estado de excepción.

Durante muchos años fue uno de los principales líderes de la democracia cristiana española, integrándose en el grupo Tácito -en el que también se encuadraba Lavilla- y más tarde fue secretario general de la Democracia Social Cristiana.En 1976 fundó Izquierda Demócrata Cristiana, un partido que luego se tránsformaría en el Partido Popular Demócrata Cristiano, una de las formaciones que postetiormente constituirían la Unión de Centro, Democrático (UCD). En las Cortes Constituyentes (1977-79) fue elegido diputado por Palencia en las listas del. partido de Adolfo Suárez. Éste intentó incorporarle al Gobierno, pero el único cargo público que Álvarez de Miranda ocupó durante el mandato centrista fué el de presidente del Congreso, cargo que también desempeñó Lavilla. Posteriormente fue presidente de la Fundación Humanisinó y Democracia, ligada al desaparecido Partido Demócrata Popular de óscar Alzaga.

Tras ejercer en repetidas ocasiones como embajador extraordinario, Álvarez de Miranda, pese a no pertenecer a la carrera diplomática, fue nombrado en 1986 representante de España en El Salvador, cargo que ocupó hasta julio de 1989. En la actualidad se sienta junto a Lavilla en el Consejo de Estado.

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