Ibercoop y Hades 87

Ante, las informaciones aparecidas en la prensa de Madrid del día 14 de octubre de 1994, en las que se menciona mi nombre en relación con la firma Hades 87, deseo realizar las siguientes manifestaciones para que sean tenidas en cuenta en lo sucesivo.

1. No conozco a Juan Navarro Barrios, director general de Empleo de la Comunidad de Madrid, ni a directivos de Ibercoop o Hades 87.

No tuve ni he tenido ninguna relación con Hades 87, ni con Ibercoop, ni con las personas responsables, de dichas sociedades, salvo el hecho estricto de que durante el desempeño de la Dirección - General del IMPI se acordara la participación del instituto en Hades 87. Ni antes, ni durante, ni después he conocido a ninguno de los señores con los que se me ha pretendido relacionar.

Durante mi gestión del Instituto Madrileño de Desarrollo (Imade) se creó la sociedad mercantil Iniciativas Regionales Madrileñas, SA (Irmasa), como un instrumento más del Plan Regional de Empleo que se lanzó en 1988. Si bien el Imade suscribió el ciento por ciento del capital de Irmasa, está última tenía su propio gerente desde el mismo momento de su creación, y fue el gerente, quien procedió a seleccionar y contratar al personal de la nueva sociedad durante el verano de 1988. Yo había presentado mi deseo de ser relevado como gerente del Imade en el mes de mayo de 1988, dimisión que se aceptó el 5 de septiembre del mismo año. Ignoro si el señor Navarro fue contratado por Irmasa, o si lo fue antes o después de mi marcha del Imade, pero ni soy consciente de haberle visto ni hablado con él nunca, ni he tenido conocimiento de su existencia hasta el pasado. día 14 de octubre.

2. Desconozco cualquier ayuda o subvención que la firma Ibercoop, Hades 87 o cualquiera otra del grupo hayan recibido del Imade, Plan de Empleo o de la Comunidad de Madrid. El Imade no otorgó, durante. mi gestión, ninguna ayuda al mencionado grupo de Ibercoop. Cuando dejé mi puesto de gerente del Imade, invitado por la Universidad de Califomia en Berkeley, me trasladé a Estados Unidos, donde permanecí durante un año en el que no tuve noticia ni referencia alguna de aquel grupo.

3. No tuve ninguna intervención en el inicio de negociaciones del Instituto de la Pequeña y Mediana Empresa Industrial (IMPI) con la sociedad Hades 87, para la toma de participación de aquél en ésta. La Subdirección de Financiación e Inversiones del IMPI ha venido siendo la responsable de identificar las posibles tomas de participación del instituto, y también lo era durante el periodo en que fui su director general. De hecho no tuve conocimiento de la propuesta de participación del IMPI en aquella sociedad más que, como en la mayor parte de las actuaciones de este tipo, cuando se me presentó el correspondiente expediente por la subdirección competente, junto con otros similares. Las llamadas "asociaciones colectivas" del IMPI están reguladas por orden ministerial y son por tanto de público conocimiento.

4. La aprobación de tomas de participación del IMPI en sociedades no es facultad de su rector general. La competencia para acordar la participación del IMPI en sociedades de acción colectiva, a propueta del director general, recae sobre su comisión permanente, órgano colectivo de decisión presidido por el presidente del instituto e integrado, entre otros, por la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME) y el Consejo Superior de Cámaras de Comercio. Todos los acuerdos adoptados durante el periodo en que ostenté. la dirección general del IMPI, incluida la participación en el capital de Hades 87, fueron precedidos por la distribución de la pertinente documentación, debatidos y aceptados por los miembros de la comisión permanente.

5. El IMPI actuó con la debida diligencia en su toma de participación del cap¡tal de Hades 87. La acción colectiva tuvo lugar, como es habitual en este tipo de actuaciones, concertando. previamente la fecha límite para proceder a la desinversión, mediante un pacto de recompra a un precio establecido. Además, el pacto de recompra se encontraba debidamente garantizado por un aval suficiente, como también es corriente en este tipo de operaciones del IMPI.

6. Resulta desoladora la irresponsabilidad con la que se ha utilizado mi nombre en una disputa política.

El hecho de que por resultar "raro" o "muy curioso" que una misma persona haya dirigido el Imade y el IMPI, sin la más mínima comprobación de los hechos. que se pretenden vincular, dé pie a unas declaraciones públicas tan gravemente dañinas para esa persona no es sino una muestra del pobre horizonte con que se practica la política en estos tiempos en nuestro país. El intentar conseguir unos pocos titulares periodísticos a basé de poner te merariamente en duda la honestidad de un profesional honesto no lleva, a la larga, sino a desacreditar a quien lo hace y a seguir degradando el ejercicio de la política. Resulta igualmente triste la enorme facilidad con que los medios de comunicación están dispuestos a reproducir acusaciones infundadas sin intentar si quiera confirmar los fundamentos de las mismas con las personas afectadas.-