Fallece en Nueva York el actor hispano Raúl Juliá, de 54 años

Raúl Juliá, el actor norteamericano nacido en Puerto Rico, no pudo superar el derrame cerebral que sufrió hace nueve días y murió ayer en un hospital de Nueva York a los 54 años de edad, después de haber entrado en coma profundo el pasado jueves. Juliá-Valentín en El beso de la mujer araña y Gómez en las dos películas de La familia Addams- era uno de los actores hispanos más conocido de la escena en EE UU.

Raúl Juliá debutó en Estados Unidos como actor de teatro, protagonizó musicales como El hombre de La Mancha y llegó al gran público recientemente como padre de la familia Addams.Después de estudiar humanidades en la Universidad de Puerto Rico, Raúl Juliá se lanzó a la conquista de Nueva York en 1964. Dos años después de haber hecho arte dramático con Wynn Handman, conocido director de teatro de los años sesenta en Nueva York, entró en contacto con el productor y gigante de Broadway Joseph Papp y actuó en el Festival Shakespeare.

Entre los años 1966 y 1979 le especializó en la escena clásica, desde Macbeth hasta La fierecilla domada -con la actriz Merryl Streep en el papel, de Catalina-, Otelo, Hamlet, El rey Lear y La vida es sueño.

Su sólida, formación teatral le sirvió como plataforma para saltar al cine y a la televisión. En Hollywood participó en más de veinte películas. Después de los primeros papeles como secundario, el golpe de fama vino de la mano de El beso de la mujer araña, versión cinematográfica de la novela de Manuel Puig, que protagonizó junto a William. Hurt en 1985 y por la que éste último recibió un Oscar.

Agotamiento

Después trabajó con Harrison Ford en la película Presunto inocente (1990) y con Clint Eastwood, en The Rookie (también en 1990), pero el gran salto a la popularidad le llegó en 1991 -reiterado en 1993- con las dos películas de La familia Addams, en las que Raúl Juliá borda el papel de Gómez, el padre del macabro grupo.Su último trabajo ha sido una película producida por el canal de cable HBO en la que interpreta al ecologista brasileño Chico Mendes. Precisamente durante el rodaje de la película, Raúl Juliá, que tuvo que perder mucho. peso por exigencias del personaje y que terminó agotado su trabajo, sufrió una extraña intoxicación por alimentos.

Raúl Juliá se identificó con el perfil progresista de varios de los papeles que interpretó, desde el preso político de El beso de la mujer araña hasta el arzobispo Óscar Romero, asesinado en El Salvador e interpretado por Juliá en la película Romero (realizada en 1989 y prohibida entonces en el país centroamericano) y el activista brasileño Chico Mendes, también asesinado.

Durante toda su carrera compatibilizó la escena con una notable presencia pública en festivales de ayuda a los necesitados y actos políticos. Raúl Juliá, que nunca perdió sus raíces ni su identidad latina, será enterrado, en Puerto Rico, donde era una celebridad.

La influencia de la escena le llegó de su madre, Olga, cantante aficionada de ópera y titular en un coro religioso, aunque uno de los primeros papeles de Raúl, cuando era nino y asistía a un colegio de monjas norteamericanas, fue el de diablo: para sorpresa de sus padres y profesores, que le tenían por tímido, Raúl Juliá entró de lleno en el papel. Se gún confesó él mismo des pues, en aquella representación descubrió la magia de la escena, que ya no le abandonaría jamás.