LOS IMPUESTOS ECHAN A FLICK
El multimillonario alemán Friedrich Karl Flick, de 67 años, ha decidido fijar su domicilio en Austria para huir de la voracidad del fisco alemán. La vida de Flick, un apellido sinónimo de multimillones de marcos, ha marchado siempre unida con los escándalos para eludir el pago de impuestos. A mediados de los setenta, Flick consiguió una exención fiscal de 2.000 millones de marcos [165.000 millones de pesetas al cambio actual] que le habrían tocado pagar por la venta del 29% de sus acciones de la Mercedes Benz al sha de Persia. Flick consiguió la exención a base de donativos a todos los partidos del Parlamento Federal Alemán (Bundestag) y, cuando estalló el escándalo, la prensa alemana lanzó la expresión de la República comprada. El caso Flick salpicó a España a mediados de los ochenta. El presidente del Gobierno Felipe González pronunció en el Congreso la célebre frase: "No recibí ni un duro, ni una peseta, ni de Flick, ni de Flock". Ahora Flick continúa haciendo de las suyas y, al fijar su domicilio en Austria, le birla al fisco alemán una suma que se estima rebasa los 10.000 millones de pesetas cada año. En Austria, los tipos impositivos son mucho más bajos. Al recoger la información sobre la marcha de Flick, el diario sensacionalista Bild Zeitung ha colocado en la picota no sólo a Flick, sino a otros alemanes prominentes que también han buscado refugio en países vecinos para escapar a la voracidad fiscal alemana. En la portada de Bild aparecen entre otros como alemanes residentes en Mónaco la modelo Claudia Schiffer y el corredor de Fórmula 1 Michael Schumacher. En Austria reside el kaiser futbolístico Franz Beckenbauer y los tenistas Michael Stich y Anke Huber. El futbolista internacional Thomas Hässler, según Bild, prefiere Francia y varias estrellas de la televisión han fijado su residencia en Bélgica.-
