Si corres, lleva dinero en efectivo

No se puede circular por el extranjero con el bolsillo vacío, a menos que el conductor sea extremadamente prudente. Se corre el riesgo de que los guardias de tráfico retengan el vehículo y se lo queden en prenda hasta que el infractor abone la sanción correspondiente.Esta desagradable experiencia la han vivido decenas de españoles durante el pasado verano, a juzgar por las quejas remitidas a las secciones de cartas de los periódicos y a los servicios jurídicos del Real Automóvil Club de España (RACE) o su homólogo de Cataluña (RACC).

Un país poco frecuentado por los conductores españoles como Hungría ha sido, curiosamente, el que ha recibido la mayor parte de los dardos. Enric Riera Armengol, de Barcelona, lo contaba así: "El 12 de agosto, cuando salía de Hungría por la carretera de Veszpren a Graz, la policía me detuvo porque en un tramo de la carretera con velocidad máxima se me dijo que iba a 80 kilómetros por hora. Me pidió el pasaporte y lo secuestraron. Solamente podía recuperarlo si me trasladaba a la comisaría de Vasar, y abonaba ipso facto una multa. En la hora y media que permanecí en la comisaría, tires automovilistas italianos, dos austriacos, un francés y una suiza estaban en mi misma situación. Tuve que pagar 25.000 forints (unas 30.000 pesetas). Ninguno de los presentes tenía ese dinero en moneda húngara. Pero la extorsión la tenían bien organizada: habían montado en la misma comisaría una oficina de cambio".

Ésta anécdota automovística se ha repetido en tantos casos que ha obligado a Sandor Vérten, cónsul húngaro en Barcelona, a solicitar la investigación de los casos denunciados ante su Ministerio de Exteriores.

Al hilo de estas denuncias han surgido otras similares ocurridas en países vecinos, como Alemania. Joaquim Martrat Macia, de Sant Pere de Ribes (Barcelona), cuenta que a finales de julio, cuando se dirigía con su familia desde Lubeck hasta el puerto alemán de Puttgarden para tomar el transbordador hacia Dinamarca, fueron conminados a detener el vehículo, que conducía su esposa, a las seis de la mañana. "íbamos casi dormidos, cansados de ver cómo potentes turismos alemanes nos adelantaban a 150 o 160 kilómetros por hora: Al salir de la autopista, cuando apenas habíamos recorrido unos 300 metros, vimos una furgoneta de la policía camuflada y sospechamos que era un radar. Notamos que avisaban por radio y al poco tiempo, izas!, nos paran y dicen que íbamos a 90 kilómetros por hora, cuando el límite estaba marcado en 80".

Joaquim recuerda que en media hora cayeron media docena de vehículos, ninguno de ellos alemán. "Le retuvieron el pasaporte a mi mujer y se lo llevaron al furgón. Para recuperarlo nos exigían abonar el importe de la multa, unas 10.000 pesetas, en marcos alemanes. El policía aceptaba cualquier medio de pago, monedas de la Unión Europea, tarjeta de crédito y hasta el pago en especie, como la cámara de vídeo o la de fotografía; nos quedamos perplejos. Al final encontré un billete de 100 dólares y se lo entregué. Me devolvieron 20 en moneda alemana y una factura".

Ni Joaquim ni Enric Riera, ni otros muchos conductores españoles sancionados en el exterior, normalmente por exceso de velocidad, están al corriente de cómo actúan los agentes de tráfico en todas partes. Exigen el pago en efectivo de la sanción siempre que se trate dé un conductor extranjero, ya 1 sea en Hungría, Alemania, Francia o España.

"Al RACE nos llegan muchas protestas de conductores, británicos y franceses sobre todo, ante las enormes multas, que deben pagar cuando les detienen en España, donde el exceso de velocidad se sanciona mucho más caro que en sus países de origen", afirma Gloria Vinader, jefe de la asesoría jurídica. "Todo es perfectamente legal. Los agentes están obligados a cobrar una multa como caución hasta que se resuelve la sanción".

Perfectamente legal

Alfonso Verona, director jurídico del RACC, dice que los conductores españoles ignoran esa circunstancia cuando salen al exterior. "Es perfectamente legal que les cobren en el acto". Los agentes, cautelarmente, toman un depósito a cuenta de la sanción definitiva. Si no lo abonas no puedes continuar la marcha". Verona añade que lo lógico sería homologar las infracciones, de manera que las conductas punitivas pudieran cumplir las sanciones en los países donde se reside".En todos los foros internacionales sobre seguridad vial se repite la necesidad de unificar criterios, "pero nadie está dispuesto a renunciar a su autonomía legislativa, salvo en lo que afecta a la normalización de las señales", dice Jesús Izarzugaza, jefe del Secretariado del Consejo Superior de Tráfico. En España, un ensayo piloto para cobrar por tarjetas de crédito ha dado muy buenos resultados. El año pasado, más de 13.000 extranjeros - en infracciones pasaron por esta dolorosa experiencia.