Irak mantiene su derecho a desplegar tropas dentro de su territorio, a pesar de las amenazas de EE UU
Irak expuso ayer un argumento jurídico legítimo para contrarrestar la ofensiva diplomática de EE UU. El gobierno de Bagdad dijo que la intención de limitar los movimientos de sus tropas -o peor, supeditarlos a los caprichos estratégicos de Washington y sus aliados en el Consejo de Seguridad de la ONU- es una flagrante violación de la soberanía nacional y de los principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas. La contraofensiva diplomática de Sadam Husein se produce en vísperas de la gira a Oriente Próximo del presidente norteamericano, Bill Clinton, quien tratará de impulsar el proceso de paz en la zona, al tiempo que aprovechará para visitar a las tropas estadounidenses desplegadas en Kuwait.
Sadam Husein cree tener razón. El examen de su postura por parte de Francia, en particular, confirma lo que dice Bagdad. Sadam acaba de demostrar su habilidad para movilizar sus tropas con el Fin de atraer la atención mundial sobre la penosa suerte de su pueblo, cruelmente empobrecido por las sanciones internacionales. Pero el hecho de que los generales norteamericanos que han concentrado sus tropas en Kuwait de pronto se hallen sin Justificación militar para permanecer atrincherados en el desierto río implica que tengan que hacer algo, cualquier cosa, ahora que ya que no hay, de momento, posibilidades de combate.Las unidades iraquíes en la zona fronteriza con Kuwait completaron ayer su retirada a las posiciones anteriores en el centro de Irak. El portavoz del Parlamento iraquí, Saadi Mahdi Salej, declaró ayer que el intento de alterar la letra y el espíritu (le la Carta de la ONU es un delito. Si EE UU y el Reino Unido se empeñan en promover una resolución que prohíba toda actividad militar al sur del paralelo 32, Irak tendrá el más gráfico ejemplo de la conveniente ductilidad de la ONU. "Esta es una flagrante violación de los legítimos derechos de Irak", dijo Salej sobre e proyecto de resolución en la ONU.
Si el régimen de Bagdad necesita un elemento tranquilizante ése puede basarse en el hecho de que Washington no halla mayor eco entre sus aliados. La crisis en el Golfo pasa así a convertirse en una cuestión personal de Esta dos Unidos y los británicos contra un Irak huérfano de apoyo internacional y consciente de que las aventuras de Sadam ni siquiera encuentran aplauso entre los árabes.
La contraofensiva diplomática iraquí se produce en vísperas de la gira de Clinton por la conflictiva región. El presidente norteamericano visitará esta semana Egipto, Jordania, Israel, Siria, Arabia Saudí y Kuwait.
En Israel, ayer se adelantaba que Steven Spielberg, el creador de Indiana Jones y La Lista de Schindler, figura entre los más de 1.000 invitados que irán a la frontera jordano-israelí para ser testigos de la más espectacular maniobra política en la región desde la firma de paz entre Israel y Egipto en 1979: la rúbrica del tratado de paz entre Israel y Jordania, que pondrá fin a la tradicional hostilidad entre ambos países desde la creación del Estado israelí hace 46 años. A cambio de su paz con Israel, a Jordania se le han perdonado deudas superiores a los 8.000 millones de dólares (más de un billón de pesetas). Al rey Hussein, de 58 años y enfermo de cáncer, se le presenta la oportunidad que espera para entrar en los libros de historia como el arquitecto de la paz en la Palestina histórica. A 48 horas de la firma del tratado de paz, el monarca reiteró ayer ante el Parlamento de su país la responsabilidad hachemí sobre los santos lugares islámicos de Jerusalén, con lo que ha contribuido a alimentar la querella con la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).
Lealtad árabe
"Los hachemíes", dijo el monarca jordano, "tienen que supervisar y reconstruir" los santos lugares del islam "como una señal de lealtad hacia toda la nación árabe".
Hussein, otrora defensor de los legítimos derechos de los palestinos y monarca de un reino cuya población es fundamentalmente palestina, no cuenta con el apoyo de la OLP. Su líder, Yasir Arafat -que será el único dirigente que tendrá que abandonar su país (Gaza) para entrevistarse con Clinton (en El Cairo)- ya ha condenado a Ammán por su afán de convertirse en el único regente de los lugares sagrados para el islam.
Arafat está furioso. Sabe que la llegada de Clinton a la zona consagrará, como recompensa a Ammán, las viejas pretensiones jordanas sobre Jerusalén, la ciudad que aspira a que sea capital del Estado palestino.
Clinton recibirá en El Cairo la gratitud oficial de Hosni Mubarak. La economía de Egipto depende de la buena voluntad de los banqueros estadounidenses y su decisiva influencia en el Fondo Monetario Internacional. La deuda de Egipto es de proporciones faraónicas.
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