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El laberinto de las televisiones privadas

Las cadenas generalistas deberán hacer frente en solitario a la crisis

Casi a los cinco años de su aparición y cuando sólo faltan otros cinco para que termine la licencia de emisión, dos de las televisiones privadas -Antena 3 TV y Tele 5- se enfrentan a la mayor crisis de su corta historia. Ambas cadenas tienen pendiente la venta de gran parte de sus acciones y las dos atraviesan una fuerte crisis económica debido esencialmente a tres causas: las adversas condiciones del mercado publicitario, que afectan a su capacidad de lograr ingresos; su propia política de gastar a manos llenas; y la competencia de las televisiones públicas, que han gastado con estilo similar al de las privadas, mientras trataban de pescar en el mismo coto publicitario que éstas.Las televisiones privadas generalistas deberán aplicarse su propia medicina para superar esta enfermedad que, para algunos, puede llegar a ser crónica y de la que sólo se salva Canal +, la fórmula por la que pocos apostaban en un principio.

Pese al interés. mostrado por Felipe González para reconducir la situación, el Gobierno no va a hacer ningún movimiento especial. Al menos eso es lo que dice la secretaria general de Comunicaciones, Elena Salgado, responsable de la vigilancia en el cumplimiento de las normas en el sector audiovisual. "La situación de las cadenas privadas generalistas preocupa al Gobierno, pero no le alarma", asegura.Falla la visión empresarial

Salgado se niega a admitir que el modelo de televisiones. privadas diseñado por el Gobierno socialista hace cinco años haga aguas por todas partes. "Lo que ha fallado", dice, "es una cierta visión empresarial, unido a que se han creado muchas más expectativas de las que podían plantearse. Además, la llamada crisis del modelo español puede aplicarse a otros países de nuestro entorno".

Dando por seguro que "no está en el ánimo del Gobierno decirle a las televisiones privadas lo que tienen que hacer", la secretaria general de Comunicaciones señala que la única intervención a corto plazo de la Administración va a ser limitar la publicidad como fuente de ingresos en RTVE a través del contrato-programa del Ente Público con el Estado.

Posteriormente, a medio plazo, podría plantearse, según Salgado, algún cambio en el panorama legislativo, "una vez que se disponga, el próximo año, de los resultados de la revisión de la directiva comunitaria sobre Televisión sin Fronteras", que limita los espacios publicitarios y obliga a emitir una cuota de producción europea.

El anuncio de la limitación de la publicidad en TVE, que puede liberar entre 20.000 y 25.000 millones de pesetas para las privadas, ha sido bien recibido por los directivos responsables de Antena 3 y Tele 5, pero estas cadenas han declinado hablar de las causas de la crisis de la televisión y de las medidas que se pueden tomar. "Todo lo que hay para el próximo año es cómo repartir 200.000 millones de pesetas en publicidad, prácticamente la misma cifra que este año", advierte el presidente de la Asociación de Agencias de Publicidad, Carlos Rubio.

Para el primer partido de la oposición, la limitación publicitaria de TVE no va a resolver "una situación caótica". Ana Mato, portavoz del PP en la comisión de control parlamentario de RTVE, sostiene que se trata de una política de parcheo "ya que no se limita en realidad la publicidad en TVE, sino que, sencillamente, no tiene la posibilidad de conseguir más". En opinión de la representante del Partido Popular, la salida a la crisis pasa por el cambio de legislación mediante una ley general del Audiovisual y un nuevo estatuto para la televisión pública.

La idea de limitar la publicidad de TVE, por otra parte, no entraña especial novedad. Si acaso, la de cumplir el olvidado artículo 32 de la ley del Estatuto de la Radio y la Televisión, promulgada en enero de 1980, en el que se expresa taxativamente que TVE se financiará a través de los presupuestos generales del Estado y una "participación limitada" en la publicidad.

Fue en la primera legislatura socialista, bajo la dirección de José María Calviño, con una televisión pública monopolista, cuando se decidió prescindir de los presupuestos del Estado y financiarse con la publicidad.

En medio de la crisis, el presidente de Tele 5, Miguel Durán, declaró ayer en Alicante que "la última línea de esta historia está por escribir", informa Efe. Tras el anuncio del jefe del Gobierno italiano, Silvio Berlusconi, de que se retira de la cadena, Durán piensa que ésta debe tener ahora "liderazgo español".

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