Serra pide a los parlamentarios del PSOE que redoblen su esfuerzo y se 'mojen' en los asuntos sociales

La victoria de Helmut Kohl en las elecciones alemanas ha dado nuevo aliento al PSOE para salir de la crisis que le atenaza desde las europeas y andaluzas del 12 de junio. Los socialistas, que llevan en el poder el mismo tiempo que el canciller alemán, empiezan a creer que no todo está perdido y que incluso, si no hay nuevos escándalos, pueden ganar las próximas elecciones generales. El vicepresidente, Narcís Serra, se reunió ayer con los coordinadores parlamentarios para pedirles un esfuerzo más y convencerles de que la brecha en intención de voto entre PSOE y PP se va cerrando, según un estudio del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). La consigna: más imaginación y poner el acento en asuntos que preocupan a los ciudadanos.

El vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, transmitió ayer en el Senado a los dirigentes del grupo parlamentario socialista la constatación de que su nueva estrategia política de mayor presencia social y mayor iniciativa empieza a dar resultados. Diputados y senadores escucharon del vicepresidente que el último barómetro del CIS, correspondiente a septiembre, iguala al PSOE y al PP en intención de voto.En los corrillos que ayer formaban los socialistas, llamaba la atención el agrado con el que se acogía la victoria del canciller alemán, Helmut Kohl, por su victoria en las elecciones alemanas de ayer. Tan sólo en segunda instancia se recordaba a sus compañeros de Internacional Socia: lista, los socialdemócratas alemanes, dirigidos por Rudolf Scharping, que llevan perdiendo las elecciones en ese país desde el año 82. Para los socialistas, el ejemplo del socialcristiano Kohl, les hace confiar en que quizá para ellos también haya otra oportunidad.

Desde el pasado mes de septiembre los socialistas han iniciado una labor interna y externa que no tiene precedentes desde la etapa de gobierno 1982-1986. No sólo tratan de demostrar cierta imaginación y apuntarse a todos los carros que pasen -próxima reforma del divorcio, del aborto y debate sobre el 0,7% del PIB para los países en vías de desarrollo-, sino que quieren ponerse a trabajar también en la calle.

Lo que en principio iba a ser una reunión de carácter técnico, en la que ni siquiera estaba prevista la presencia de Serra, se convirtió en una sesión de "tormenta de ideas", según un parlamentario socialista. Los asistentes constataron que Serra había preparado cuidadosamente su intervención. En principio, estableció un cuadro político y enumeró las nuevas actuaciones del Gobierno para concluir que la mayor presencia del presidente y del Gobierno en su conjunto estaba apreciándose en la opinión pública.

El vicepresidente estuvo flanqueado por el ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, el portavoz en el Senado, Bernardo Bayona, y el presidente del Grupo Parlamentario Socialista, Joaquín Almunia.

Este último reconoció que en estos momentos no es suficiente con que el grupo parlamentario actúe como una pifia y cumpla su primera tarea: apoyar al Gobierno y establecer posiciones frente a los demás. Hace falta calibrar por dónde van las preocupaciones de los ciudadanos o de sectores que les habían sido afines y que les abandonaron en las últimas elecciones. Los dirigentes del PSOE han animado a sus parlamentarios a que presenten iniciativas de interés. Como ejemplo de cuestiones que no figuran en el prograrna electoral último, pero que piensan abordar, está una reforma de la legislación del divorcio.

Por su parte, el secretario general del PSOE, Felipe González, piensa continuar desarrollando una intensa actividad pública. Además de las conferencias de prensa, acudirá a actos en los que haya distintos sectores profesionales, culturales o de cualquier otro ámbito.

Gobernadores civiles

Serra fue muy cauteloso para no añadir más hierro a la polémica sobre los gobernadores civiles. El vicepresidente anunció que el asunto "va a ser debatido por el Gobierno en un futuro próximo".Al terminar la reunión, Serra hizo malabarismos para no mostrar su opinión respecto a si los gobernadores deben ser políticos, como defiende el ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, o funcionarios como señala el ministro de Administraciones Públicas, Jerónimo Saavedra. "Demos tiempo al tiempo y no prejuzguemos, aunque existe la voluntad política de fortalecer a los delegados del Gobierno". Al ser preguntado respecto a si "el Consejo de Ministros" había desautorizado a Saavedra, Serra contestó que "en absoluto".

El desliz de Saavedra al anunciar la supresión de la figura del gobernador civil es uno de los ejemplos que ayer se citaba en el Gobierno respecto a lo que no debe hacerse. En esta casi obsesión por la unidad de acción, cualquier voz discrepante provoca un gran revuelo en el Gobierno. Fuentes gubernamentales aseguraron que en los últimos tiempos sólo habían contabilizado "dos fallos". El ya citado de los gobernadores civiles y el lanzamiento del debate sobre la despenalización de las drogas blandas.