Escuela de policías
Justo a la entrada de la Academia de la Ertaintza, a mano izquierda, un pebetero llamea. Lo encendieron hace un año, tras el asesinato de uno de sus hombres, Joseba Goikoetxea, a manos de ETA, y no lo apagarán hasta que ETA deje de matar. Desde luego, será un gran día. El enorme recinto de Arkaute, a las afueras de Vitoria, no tiene aires cuarteleros, y con un vistazo a las instalaciones se puede suponer lo que aprenden, principalmente, sus alumnos.Al lado de un circuito para seguridad vial y habilidades de conducción, un pequeño cementerio de coches alberga los desechos de los carromatos que se han utilizado para enseñar ferretería, muy útil cuando hay que sacar, tras un accidente, al que se queda atrapado en su propio coche. Un bloque está dedicado a las artes marciales. Algunas nociones de kendo son muy útiles para manejar sabiamente la porra. A pocos metros están las pistas de tiro. "Pero más difícil que aprender eso es saber cómo y cuándo utilizarlas. Necesitas un dominio personal enorme cuando llevas un arma, y hay quien no puede soportar este segundo aprendizaje", comenta el director del centro, Jon Echevarría. La Ertzaintza encuadra en una misma brigada los servicios de orden público y socorrismo. "De esta manera, quienes están en ella saben que no están ahí sólo para repartir leña, sino que, a lo mejor, a ese mismo que han perseguido en un altercado tendrán que rescatarlo mañana de las nieves del Gorbea". A la Ertzaintza le esperan unos cuantos días felices. El 21 saldrá de esta escuela una nueva promoción y, justo con el tiempo para fumigar, entrará otro grupo con el que cubrirán los efectivos que, por ahora, tienen previsto. La escuela, de todos modos, no cerrará. Tienen un largo listado de tareas en reciclaje y especialización. Luego, el 25, la policía autonómica se desplegará en Bilbao. Llevan un año preparándose, estudiando los puntos negros de la ciudad con la Policía Municipal. No quieren llegar de improviso.
La Ertzaintza tiene órdenes de estar en la calle, aunque a veces sea inhóspita porque la feligresía del entorno de HB acosa a su gente. "No conseguirán que se refugien en la comisaría". La semana pasada hubo una reunión con los sindicatos del cuerpo para elaborar unas normas internas de autoprotección. Consejos prácticos para situaciones delicadas. Con todo, la Ertzaintza seguirá con su llamativo uniforme rojo. "Antes iban de azul, pero aquí todo el mundo va de azul. El rojo es más visible. Eso te hace más vulnerable, eres un blanco perfecto, pero también ayuda en la tarea más importante: la prevención. Si se sabe y se ve que en un lugar hay un policía, pueden evitarse muchas cosas".
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