_
_
_
_
_
CITA CON LAS URNAS EN ALEMANIA

Kohl está seguro de ganar

Todas las encuestas dan más del 40% de los votos a los democristianos

El canciller federal alemá, Helmut Kohl, de 64 años, y su partido, la democracia cristiana (CDU/CSU), se muestran seguros de su victoria ante las elecciones legislativas del próximo domingo, y no cesan de afirmar que también su socio de coalición, los liberales (FDP), conseguirán superar con facilidad el 5% y entrar en el Parla mento Federal (Bundestag). Convencidos de ello, Kohl y los suyos asegurán por doquier: "No tenemos votos para regalar oprestar al FDP".

Las últimas encuestas parecen confirmar el optimismo de Kohl. El decano de los centros de sondeos, el Instituto de Democospia de Allensbach, pronostica a la CDU y los socialcristianos bávaros (CSU) un 42% de los sufragios del domingo.

El más novato de los institutos demoscópicos, que responde al nombre de Forsa y se ha ganado una cierta fama de chisgarabís, otorga también a la CDU/CSU un porcentaje similar, el 43 %.

Kohl tiene dificultades para controlarse y no dar rienda suelta a su optimismo. El canciller federal tiene ahora la preocupación de que la confianza en la victoria produzca un efecto desmovilizador a última hora entre sus partidarios.Por eso Kohl no cesa de repetir por todas partes que la batalla no está ganada y que la única encuesta válida es la que se realiza el domingo a las seis de la trade, cuando se abren las urnas y se cuentan los votos.

No cabe duda de que la CDU/CSU será el domingo el partido más votado, pero Kohl no necesita tener una memoria de elefante para recordar que él mismo como aspirante a canciller se quedó en 1976 compuesto y sin novia, a pesar de haber conseguido el increíble porcentaje de 48,6% de votos. Los socialdemócratas (SPD) con sus aliados de entonces los liberales (FDP) sumaron un 50,5%, 10 diputados más, y el canciller fue el otro Helmut, el socialdemócrata Schmidt.

En esta ocasión Kohl puede contar con los votos de su socio el FDP, si los liberales consiguen superar el 5%. Las últimas encuestas sobre el FDP discrepan bastante: Allensbach les da un 8% y Forsa los deja en el filo de la navaja con un 5%.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Helmut Kohl repite a diestro y siniestro que está seguro de que el FDP conseguirá entrar en el Bundestag y por eso no ha hecho el menor guiño para pedir a sus seguidores que apoyen con el segundo voto a los liberales.

Ganar desde la oposición

A favor de Kohl habla toda una tradición de la sociología electoral de la República de Bonn: jamás un aspirante a canciller federal ganó la elección desde la oposición y el FDP quedó 26 veces fuera de los parlamentos regionales, pero nunca bajó del 5% en elecciones federales y siempre estuvo en el Bundestag.

Kohl se presenta ante el electorado en un momento muy favorable para sus deseos de seguir al frente del Gobierno en Bonn. La coyuntura económica parece haber iniciado un claro despegue. La cifra de parados actual es de 3,5 millones, la menor de todo el año, la inflación se mantiene en un discreto 3% y el producto industrial bruto está en alza, incluso un 9 % en el este.El canciller democristiano, a bordo de sus exuberantes 136 kilos, es un perfecto vendedor de optimismo. Hace cuatro años Kohl no vaciló en prometer paisajes florecientes para el territorio de la antigua República Democrática Alemana (RDA). Esto no se cumplió y vino el desplome, pero ahora Kohl ya dice que lo peor pasó y que los paisajes florecientes se retrasaron un poco, pero llegarán.

No deja de explotar Kohl su condición de canciller de la reunificación y los éxitos de Alemania en política internacional. Se puede aprovechar el canciller de toda las escenas apoteósicas de los últimos meses al lado de los grandes de la tierra.

La secuencia es terrorífica para cualquiera aspirante a la cancillería. En julio, Kohl apereció al lado de un presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, quien no paraba de repetir la muletilla "mi amigo Helmut" y pedía a Alemania representar un papel más importante en la escena internacional. En agosto, Kohl despidió en Berlín a los últimos soldados rusos en compañía de Boris Yeltsin con un despliegue impresionante.

Ahora, en campaña, Kohl se presenta como el canciller que consiguió la salida de las tropas de ocupación del territorio alemán. Para coronar todo, en septiembre Kohl despidió a los aliados occidentales de nuevo en Berlín nocturna con una llamada gran retreta en la que soldados del Ejército Federal desfilaron por la noche con antorchas por la puerta de Brandeburgo en Berlín. La espectacular ceremonia habrá conmovido sin duda hasta la última fibra del alemán medio, de esos que deciden con su voto una elección.Hace unos días, en su última aparición ante la prensa acreditada en Bonn, Kohl se permitió dar una exhibición de su autoconfianza.

Ante las insistentes preguntas sobre su posible retirada, en 1998, Kohl anunció que está dispuesto a cumplir sin peros todo el periodo de la próxima legislatura en la cancillería, es decir cuatro años. Con un deje de ironía cazurra, Kohl se felicitó de que los periodistas se mostrasen tan interesados en preguntarle por sus intenciones en 1998, porque esto significa que dan por supuesto que seguirá en. la cancillería los próximos cuatro años.

Los periodistas le preguntaron qué siente al pensar que, si gana el domingo, batiría la marca de permanencia en el cargo de Konrad Adeneuer, legendario padre de la República de Bonn y de la democracia cristiana (CDU). Con gesto de suficiencia, Kohl respondió: "Saben ustedes, yo no estoy como los reclutas contando en el calendario los días que me faltan para superar a Adenauer".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_