Leguina cita en 15 días al alcalde para tratar otra vez los planos de la línea 10
Joaquín Leguina, presidente regional, y el alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, se vieron ayer, esta vez para hablar sobre el enquistado problema de la línea 10 de Metro, y no arreglaron nada. Conversaron durante dos horas en el despacho de Leguina en la Puerta del Sol, sede del Gobierno regional, acompañados del consejero de Transportes, Julián Revenga, y de la concejal de Medio Ambiente, Esperanza Aguirre. No hubo acuerdo de ningún tipo. Se volverán a ver en 15 días para dilucidar -ya solos- con los planos y los presupuestos de las tres alternativas posibles.Las citas o entrevistas entre los dos máximos responsables de la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital son esperadas por sus segundos como bálsamos que permitan agilizar innumerables problemas. Pero luego esas expectativas se ven sensiblemente frustradas. Ayer, el objetivo estaba en resolver el trazado de la línea 10 de Metro, paralizado desde hace un año por el Ayuntamiento porque transcurre en 400 metros por el interior de la Casa de Campo y destruye 14 plátanos.
Los preámbulos dialécticos sobre el recorrido a seguir por la línea 10 de Metro entre Julián Revenga y Esperanza Aguirre han situado, además, esta discusión en terrenos poco racionales. Se han cruzado palabras gruesas y hasta descalificaciones personales y profesionales.
Tres alternativas
La reunión de ayer fue más pacífica, pero no menos estéril. Revenga mantiene que el dibujo efectuado por los técnicos de la Consejería de Transportes -que toca la Casa de Campo- es el único posible si se quieren mantener los costes dentro de lo previsto por el Gobierno regional. El presupuesto se adjudicó en 4.500 millones. Ante la oposición municipal, el consejero ha llegado a utilizar una posibilidad que le permite la Ley del Suelo para autoconcederse la licencia de esta obra porque tiene 150.000 vecinos en Aluche esperando este transporte público.
Aguirre tampoco está dispuesta a torcer su brazo. Ha recurrido esa decisión de Revenga y dice tener planes más ecológicos para la zona. Argumenta que otros vecinos -los 15.000 de la calle de Aniceto Marinas- perderían una de las mejores vistas de Madrid con el puente proyectado sobre el Manzanares. Aguirre rescató ayer dos propuestas alternativas: una totalmente subterráneo que Revenga rechaza por costar 2.000 millones más, y otra pegada a las casas, que necesitaría apuntalar edificios.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Metro Madrid
- CTM
- Transporte público
- Metro
- Financiación autonómica
- Madrid
- Transporte urbano
- Gobierno autonómico
- Empresas públicas
- Sector público
- Comunidad de Madrid
- Transporte ferroviario
- Política autonómica
- Comunidades autónomas
- Ayuntamientos
- Parlamento
- Administración autonómica
- Finanzas públicas
- Empresas
- Transporte
- Administración local
- Administración pública
- Economía
- Política
- España