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ALARMA EN EL GOLFO

Bagdad inicia gestiones diplomáticas mientras reúne a miles de militares y civiles ante la frontera kuwaití

El régimen de Bagdad inició ayer intensas gestiones diplomáticas con Rusia, Francia y China, miembros permanentes del Consejo de Seguridad, sobre 'ideas precisas" que permitan suprimir el embargo impuesto a Irak. Bagdad asegura estar dispuesto a ofrecer "una posición clara" sobre Kuwait. Entretanto, 64.000 soldados iraquíes se encontraban ayer cerca de la frontera con Kuwait, algunos de ellos a sólo a dos kilómetros de la zona desmilitarizada que rodea el emirato desde el final de la guerra del Golfo. Miles de civiles iraquíes marchaban también hacia esa frontera, lo que representa un nuevo factor de preocupación para las autoridades kuwaitíes y para las fuerzas militares estadounidenses que empiezan a llegar a la zona.

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Una zona de conflictos

El jefe de la diplomacia iraquí, Mohamed Al Sahaf, declaró ayer a la agencia iraquí INA que ha abierto "un diálogo profundo con Rusia, Francia y China" para "devolver la estabilidad a la región". Es la primera vez que Irak revela haber mantenido contactos con los tres miembros permanentes del Consejo de Seguridad que se han mostrado proclives a levantar el embargo que pesa sobre las exportaciones de petróleo iraquí y que se han mostrado dispuestos a reconocer los avances en cuanto a control de armas de destrucción masiva por parte del régimen de Sadam Husein, en contra de la opinión de Estados Unidos y el Reino Unido.El ministerio de Información de Kuwait, por su parte, declaró ayer que las tropas iraquíes no se encontraban aún en posiciones ofensivas, pero que si lo hacian "sería el momento de pasar a la acción" para las fuerzas kuwaitíes desplazadas hacia la frontera.

En total 14.000 soldados han llegado a la frontera, a los que hay que sumar otros 50.000 ya estacionados en la zona. Junto al movimiento de tropas, miles de civiles se concentraban ayer cerca de la ciudad portuaria fronteriza de Um Qasr, que pertenecía a Irak antes de la guerra del Golfo, a 130 kilómetros al norte de la ciudad de Kuwait. Se trata de civiles visiblemente "manipulados por el régimen iraquí", según informaba un portavoz de la misión de observadores de la ONU.

El número de esta ola humana se elevaba anoche a unas 20.000 personas. El portavoz citado indicó que la invasión de civiles estaba "a menos de dos kilómetros al norte de la zona desmilitarizada" que separa Irak de Kuwait. Se trata en su mayor parte de apátridas beduinos que, según el régimen de Bagdad, se refugiaron en territorio iraquí al ser expulsados de Kuwait después de la guerra del Golfo. Esta comunidad nómada tiene como objetivo, según la versión oficial iraquí, manifestarse a favor de su regreso a Kuwait, donde vivieron durante décadas.

El portavoz de la ONU indicó en Kuwait que los beduinos, entre los cuales hay mujeres y niños, instalaron ayer unas 6.000 tiendas de campaña al norte y al oeste de Um Qasr, lo que se interpreta como señal de su decidida voluntad de instalarse allí durante largo tiempo. Todos ellos llegaron a la zona en taxis, autobuses y camiones con la ayuda del Ejército iraquí. Según los observadores de la ONU, no representan "un peligro inmediato".

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Mientras, en Bagdad, 4.000 miembros de las juventudes del partido Baaz, en el poder, celebraron una concentración en el estadio de la capital para reafirmar su apoyo al presidente Sadam Husein y juraron defender a su régimen hasta la muerte. Aunque en la capital iraquí reinaba ayer la calma, miles de voluntarios acudieron a los centros de reclutamiento abiertos en todo el país para unirse a los comandos de Sadam, dispuestos a dar su vida si es preciso y si la ONU no levanta el embargo.

Sin embargo, mucha gente en Bagdad considera que no es inminente una guerra. "Ya no tememos a las bombas. Nunca será igual que cuando Bush [el ex presidente de Estados Unidos] nos atacó", comentaba: un ciudadano en la calle.

Los habitantes de la capital iraquí se quejan de lo duro que es vivir bajo las sanciones impuestas a su país. "Si no podemos comer nos moriremos de hambre. Es mejor luchar y morir en acción como hombres valientes que morir como cobardes", comentaba ayer un barrendero.

Para los iraquíes, hoy es la fecha clave, ya que es cuando la comisión de supervisión de la ONU tiene que presentar un informe recomendando el camino a seguir en el futuro respecto al régimen de Sadam.

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