El auditor desvela anomalías y 1.000 millones de perdidas en la Mutualidad del Banco de España

La auditoría de la Mutualidad de Empleados del Banco de España eleva sus pérdidas en 1.000 millones de pesetas y coloca el resultado consolidado de la entidad en 1993 con unos números rojos de 1.466 millones. El informe, elaborado por Arthur Andersen, contiene hasta once salvedades en las que se ponen de manifiesto serios problemas de gestión. A 31 de diciembre del ejercicio pasado, la entidad tenía 2.304 mutualistas y 3.788 pensionistas.

Las dificultades de la mutualidad tienen un claro origen. Debe cubrir elevados compromisos -en 1993 pagó 4.259 millones en pensiones- con unos, ingresos fijos muy inferiores -en cuotas de mutualistas sólo ingresó 420 millones al año-. Ese desfase lo debe tapar con operaciones financieras, mobiliarias e inmobiliarias. Y éstas han fallado. El año pasado, por ejemplo, tuvo que provisionar por depreciación 3.916 millones de pesetas en dos de sus empresas dedicadas al sector inmobiliario, Rentiber Internacional (participación del 75%) y Renfisa (participación del 84,16%). La mutualidad también hubo de provisionar 327 millones de pesetas por el 49% que posee en Fortuny y 12 millones por el 3,12% que poseía en Pascual Hermanos.En síntesis, éste es el motivo del alud de salvedades -once en total- que Arthur Andersen ha vertido sobre las cuentas de la Mutualidad de Empleados del Banco de España. De todas ellas, la número 6 es la que tiene impacto directo en su cuenta de resultados. "La mutualidad ha decidido dotar las provisiones matemáticas correspondientes a los gastos de administración que se incurrirán en el futuro en forma gradual antes de los próximos cinco ejercicios, gastos que deberían haberse provisionado en ejercicios anteriores. Por ello, al 31 de diciembre de 1993, las provisiones matemáticas de la mutualidad se encuentran infravaloradas en 1.000 millones de pesetas. Consecuentemente, en las cuentas de pérdidas y ganancias de 1993, individual y consolidada conjuntas, se debería haber registrado, en ambos casos, una pérdida por dicho importe, señala textualmente. Según el presidente de la Mutualidad, Javier Alonso Ruiz Ojeda, este desfase se debe a "una omisión en el cálculo que no se había tenido en cuenta, pero que vamos a intentar cubrir lo más rápidamente posible". Alonso explica que se han Cambiado los criterios de inversión para los próximos años y que "en los últimos años, el sector inmobiliario ha pasado por una crisis profunda".

La trascendencia de esta salvedad es que su estricta aplicación agrava la cuenta de pérdidas y ganancias con la que cerró el año pasado. De acuerdo con ella, el grupo consolidado registró unas pérdidas de 466 millones de pesetas, que se convertirán en 1.466 millones. Si lo que se tiene en cuenta es el resultado de la matriz, el impacto también es notable. De ganar 436 millones de pesetas pasaría a perder 564 millones.

Otra de las salvedades consiste en que el auditor no ha recibido "confirmación escrita a nuestra solicitud de confirmación de los saldos a cobrar a la Seguridad Social (346 millones)". El auditor se queja de no disponer de las cuentas de Fortuny.