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Alquilo piso; sólo chicas

La discriminación contra los chicos invade los anuncios de apartamentos para universitarios

Antonio Jiménez Barca

Una de los dificultades que tiene que encarar el estudiante universitario que llega de fuera es buscar piso. A primera vista, parece igual de difícil para un chico que para una chica. Sin embargo, basta pasearse por las facultades en este principio de curso y ojear los anuncios de los tablones para que algo sorprenda: la cantidad de pisos o apartamentos en los que se especifica: "para chicas". Las razones varían, pero siempre giran en torno a una misma idea. Los caseros o patronas que prefieren. mujeres argumentan que las estudiantes son más "limpias",¡ y los estudiantes "más dejados".Un ejemplo. En un piso en Aluche, la casera pide 90.000 pesetas por tres habitaciones y sala de estar.-¿Es ahí donde alquilan piso? -pregunta el reportero.

-Sí, pero ¿es para ti? Yo es que siempre se lo he alquilado a chicas... Además, es un poco caro para ti, y te pilla mal si quieres, ir a la universidad -dijo la propietaria.

-En fin, que usted no quiere que sea yo el inquilino.-Es que vosotros sois más dejaos para la casa y para las cosas -explica la dueña.

-Pero ¿ha tenido alguna vez chicos alquilados?

-No, nunca.

Otra llamada del supuesto demandante. Esta vez a un piso en el barrio del Pilar. Se pone una mujer joven.

-Buenos días, llamo por lo del anunció del piso que he visto en la universidad.

-Es que es sólo para chicas.

-¿Por qué?

-Porque mis padres, que son los que lo alquilan, lo quieren así. Las chicas cuidan más el piso. No he vivido con chicos, pero tengo amigos.

Una señora, de nombre Josefina, alquila una habitación doble, exclusivamente a una o dos señoritas: "He tenido chicos y chicas y me han dado mejor resultado las chicas; me dejan mejor el piso, me lo cuidan más. Lo digo por experiencia", cuenta la propietaria.

En otro piso en el barrio de El Carmen, una joven, aunque apenada, se niega a compartirlo con un chico. "Es que aquí vivimos sólo mujeres y lo preferimos así. ¿Que por qué?, pues por todo en general; lo siento, de verdad, ya encontrarás algo en el Segundamano si sigues buscando", se despide la chica.EL PAÍS llamó a seis anuncios más encontrados en los pasillos de distintas facultades de la Universidad Complutense en los que se pedían exclusivamente chicas. En ningún caso los propietarios admitieron varones. Las razones que esgrimieron son parecidas a las ya mencionadas.A veces, son los muchachos los afortunados: aunque en menor número, también se encuentran anuncios de "se busca chico". Es el caso de Julia Pita, de 62 años, dueña de una pensión completa en Moncloa, y quien, desde - 1969, prefiere confiar sus habitaciones a varones:. "Pues sí; para mí son como mis hijos", dice Josefina. "Las chicas dan más problemas, que si entran, que si salen, y además" remata, "ocupan más el baño".

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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