El tratamiento de toxitómanos con heroína da buen resultado sanitario

El programa de distribución de heroína a un grupo de 250 drogodependientes bajo control médico está obteniendo resultados prometedores, aunque sus responsables advierten que tal programa no pretende el abandono de la droga. Los buenos resultados de la iniciativa, que se puso en marcha en Suiza hace nueve meses, son de tipo sanitario. El proyecto científico, promovido por el Gobierno federal suizo, durará tres años y consta de tres grupos tratados con heroína, con cocaína y metadona; en total, 700 drogodependientes.Quizá, una de las primeras enseñanzas del proyecto lifeline, según su responsable médico Gianni Zanetti, es que la política "represiva" ha contribuido al fuerte índice de infección de los drogadictos con el virus del sida y la hepatitis. El 43% de los pacientes de este proyecto son seropositivos.

Este proyecto, que por el momento sólo cuenta con 50 pacientes en Zurich, está reafirmando la tesis de que "la heroína es una sustancia poco peligrosa y no tiene ningún efecto secundario cuando se consume en estado puro y en cantidades adecuadas. De todos los opiáceos es el menos peligroso", sentencia Zanetti y añade que la heroína "sólo genera adicción. Lo que sienta mal es lo que se vende en el mercado negro, que sólo tiene un 10% de pureza y el resto es, seguramente, porquería".

El estado de salud y de higiene de los pacientes se ha mejorado muy rápidamente. "En dos meses no he visto más abcesos y la gente se lava y utiliza ropa limpia", dice el médico. Sólo los seropositivos tienen problemas de infecciones.

Sin embargo, la distribución controlada de la droga no resuelve todos los problemas personales y, sobre todo, financieros. Si bien es cierto que ahora pagan sólo 10 francos suizos (unas 1.000 pesetas) por las tres dosis de heroína que consumen diariamente, frente a los cerca de 150 francos (unas 15.000 pesetas), que les costaba obtenerla en el mercado libre, el alejamiento de los drogadictos del mercado de trabajo no les facilita en absoluto su reincorporación laboral.

Tiempo para pensar

Además, los responsables del proyecto han podido constatar que "cuando la droga está distribuida por el Estado, pierde su magia". La fácil obtención de la heroína les deja también mucho tiempo libre para pensar, "por lo que se precisa mayor atención psicosocial y más cuidadores".Dado el éxito de este proyecto, que nació con la única intención de mejorar las condiciones médicas y sociales de los drogodependientes, las autoridades de Zurich quieren aumentar el número de pacientes a 200.

Un proyecto privado puesto en marcha por la asociación de médicos Arud quiere incrementar en 100 más el grupo actual de 50 prostitutas que trata en Zurich. Los partidos Radical y Socialista abogan por la extensión de esta experiencia a la mayoría de los drogodependientes.