Integración Social impone en las 17 residencias de la Comunidad un estricto código de conducta

Las 17 residencias de la Comunidad de Madrid, con 5.000 usuarios mayores de 65 años, ya no admiten animales de compañía. Ni dejan que los ancianos machaquen el volumen del televisor a medianoche. Desde el pasado martes, los clientes de los centros públicos regionales deben respetar un estricto código de conducta: no pueden dormir fuera de las habitaciones, ni comer a deshoras, ni hacer las camas con sábanas de su propiedad, ni abandonar el centro por más de 30 días... Son las reglas del juego aprobadas por la Consejería de Integración Social.

En los hoteles de mayores dependientes de la Comunidad, donde la minuta varía entre 20.000 pesetas mensuales -tarifa aplicada a los pensionistas más pobres- y 100.000 -para aquellos que ingresan 120.000 pesetas todos los meses-, han puesto una lista de derechos y deberes de los residentes.La relación de prohibiciones comienza por los animales domésticos. "A lo mejor dejamos que entren canarios, pero no queremos ni más perros ni más gatos en nuestras residencias", afirma Fernando Bregón, gerente del Servicio Regional de Bienestar Social. "Hace algún tiempo", aclara Bregón, "un gato murió achicharrado en el centro de transformación eléctrica de la residencia de Alcalá de Henares. Además del pobre gato, los ancianos se quedaron sin luz. Tienen un gran corazón y siempre están rodeados de animales. Pero, a veces, es peligroso".

Las nuevas normas entraron en vigor el martes. Con el Reglamento de Régimen Interior, los cerebros de Integración Social pretenden establecer modelos de conducta para conseguir el mejor de los ambientes posibles en las 17 residencias públicas de su competencia.

Todo en el nuevo orden residencial aprobado por los políticos aparece rigurosamente organizado.

Zonas de uso común. La vida social, en pijama, bata o mono, es imposible: "Se utilizará ropa de calle en condiciones adecuadas y se mantendrá una correcta higiene personal", dice el reglamento. "No se podrán hacer, fuera de los lugares adecuados, actividades que no corresponden, como por ejemplo, dormir fuera de las habitaciones", destaca. Y concluye: "No se permiten los animales domésticos en la residencia (salvo que por razones excepcionales se autorice por la dirección)".

Vigilancia. "Por circunstancias excepcionales, la dirección podrá acordar que se revisen los armarios de los residentes, siempre en presencia del mismo y del consejo de residentes u otros testigos".

Mobiliario. "Si los residentes desean disponer en las habitaciones de aparatos de música, televisores..., han de solicitarlo a la dirección, quien en su caso lo autorizará teniendo en cuenta la incidencia o perturbación a los demás residentes".

Ropa de cama. "La residencia facilita ropa de cama y toallas para uso personal de los residentes, quienes se abstendrán de utilizar sábanas o toallas propias".

Seguridad. Prohibidas las siguientes actividades en las habitaciones: cocinar o calentar alimentos; fumar en la cama; utilizar velas, estufas, planchas o cualquier aparato que ocasione riesgo de incendio".

Régimen de salidas. "Las ausencias superiores al mes o las discontinuas que superen los 45 días en un periodo de 12 meses deberán ser autorizadas por la dirección". "Los residentes que deseen pernoctar fuera de la residencia deberán notificarlo previamente a la unidad de control y vigilancia".