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Yeltsin propone ante la Asamblea General un tratado de desarme entre las cinco potencias nucleares

El presidente de Rusia, Borís Yeltsin, propuso ayer nuevas medidas de desarme nuclear -incluido un nuevo tratado entre las cinco potencias atómicas para recortar sus arsenales- en un discurso pronunciado ante la Asamblea General de la ONU en el que presentó a su país como una "gran potencia" garante de la paz y del orden en los territorios de la antigua Unión Soviética. Yeltsin inicia hoy una visita oficial a Washington en el curso de la cual es probable que desarrolle con su anfitrión, el presidente norteamericano, Bill Clinton, la oferta que formuló ayer. La más llamativa de las propuestas de Yeltsin consiste en que las cinco potencias nucleares (EE UU, Rusia, China, Francia y el Reino Unido) negocien un nuevo "tratado de seguridad y estabilidad nuclear" que prohiba "la producción de material nuclear fisible (...) y nuevas reducciones de los arsenales nucleares, así como de las lanzaderas".La más concreta de las ideas de Yeltsin fue acelerar las conversaciones sobre las pruebas nucleares para lograr que el tratado que las prohíbe pueda ser firmado en 1995 con motivo del 50º aniversario de la ONU. El jefe de Estado ruso recalcó además la necesidad de prorrogar indefinidamente el Tratado de No Proliferación (TNP) nuclear e iniciar conversaciones multilaterales con vistas a regular el mercado del armamento.

Hizo, por último, un doble encargo a la ONU. Yeltisn le solicitó que coordine en 1996 una conferencia internacional sobre la reconversión de la industria militar y que ayude a la creación de sistemas de seguridad regionales siguiendo el ejemplo de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), formada por las repúblicas de la antigua URSS excepto las bálticas.

Las medidas sugeridas por Yeltsin parecieron "algo confusas" a algunos de sus oyentes, que, sin embargo, rehusaron pronunciarse en profundidad hasta conocer los detalles. Un diplomático occidental indicó que Rusia no era la más indicada para tomar tales iniciativas porque su Parlamento ni siquiera ha ratificado todavía el Tratado Start II de desarme nuclear concluido con EE UU.

Las propuestas aparentan ser, declaró con cautela la embajadora de EE UU ante la ONU, Madeleine Albright, 11creativas e interesantes, pero va a llevar mucho tiempo analizarlas antes de pasar a otra fase".

Más comprensión

Toda la introducción de la alocución de Yeltsin estuvo dedicada a pedir a los occidentales "una mayor comprensión con relación a los problemas de seguridad de Rusia". "Esperamos que sean capaces de superar la suspicacia heredada de un mundo dividido en bloques". "Rusia pasa por cambios, recupera su identidad, pero, sobre todo, sigue siendo una gran potencia".Yeltsin se arrogó a continuación un derecho de injerencia en los asuntos de las ex repúblicas soviéticas por dos motivos: preservar la paz y proteger a las minorías rusas. "El grueso de la tarea de mantenimiento de la paz recae sobre la Federación Rusa", afirmó antes de enumerar los progresos logrados por Moscú para estabilizar Moldavia, Georgia, Alto Karabah y Tayikistán. Además, añadió, 11 no podemos permenecer indiferentes ante la suerte de nuestros compatriotas" diseminados por el resto de la CEI.

La CEI constituye "la prioridad económica y de la política exterior de Rusia", enfatizó Yeltsin. "Los lazos de Rusia con ellos son más estrechos que las tradicionales relaciones de vecindad". "Hay una relación de sangre". "En todos los países de la CEI hay un creciente deseo de mayor cooperación (...)" con Rusia. "Los intentos de aprovechar las contradicciones entre los Estados de la CEI demuestran una vista muy corta".

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