¿Dónde están las acciones de Mariano Rubio?
Ni la justicia ni el Parlamento han logrado encontrar el rastro del enriquecimiento del ex gobernador
La comisión Rubio del Congreso de los Diputados está a punto de finalizar sus trabajos sobre el patrimonio del ex gobernador del Banco de España, Mariano Rubio, y el posible uso de información privilegiada y tráfico de influencias, y, aunque sabe que Rubio se enriqueció de forma no ética, no puede demostrar cómo lo hizo. Algo parecido le ocurre a la justicia, que ha llegado casi a un callejón sin salida. Rubio dice que en 1986 ganó 115 millones de pesetas especulando con acciones de Sistemas AF, pero nadie ha visto una sola acción que estuviera a su nombre. Y al tiempo otras personas también ganaron bastante dinero con aquella salida a Bolsa.Las conclusiones de la comisión Rubio, en el sentido de que el ex gobernador del Banco de España especuló con acciones de una sociedad cuando estaba al frente del banco emisor y el dinero que obtuvo no lo declaró a Hacienda, son nítidas para todos los grupos parlamentarios. Otra cosa son las responsabilidades políticas que cada uno de ellos entiende que deberían exigirse como consencuencia de la falta de control que hizo posible el enriquecimiento de Rubio. Pero ninguno de los que han investigado la operación de compra y posterior salida a Bolsa de Sistemas AF ha encontrado el hilo conductor que llega hasta Mariano Rubio.
En septiembre de 1986, el Banco Urquijo Unión vendió por 1.600 millones de pesetas la empresa Sistemas AF (dedicada a fabricación de muebles de oficina) a la sociedad Traya, que había sido adquirida pocos días antes por Manuel de la Concha -entonces síndico de la Bolsa de Madrid-, Jaime Soto -socio de De la Concha y ex presidente del Banco Urquijo Unión- y Juan Antonio Ruiz de Alda, subgobernador del Banco de España fallecido en 1988. Se supone que Mariano Rubio. participó con Ruiz de Alda en la compra a través de una empresa denominada Scipio, aunque no figura que sea socio de esa empresa.
Traya demostró ser una mera sociedad instrumental en toda la operación, ya que después de una ampliación de capital sin desembolso en Sistemas AF mocedió a vender todas las acciones de la sociedad en tres días: 6, 7 y 14 de noviembre de 1986. Y lo hizo a un precio equivalente al del coste de adquisición más una pequeña cantidad para los gastos en que incurrio. Es decir, lo hizo sin plusvalías.El paso siguiente es saber adónde fueron las acciones y quiénes ganaron dinero con la posterior salida a Bolsa. En dos días Traya vende casi un millón de acciones de Sistemas AF. Cabría hacer varios grandes grupos de ese millón de acciones. La mayor parte figura a nombre de Urbiplanner, empresa catalana que inicialmente tenía como activos una finca y luego unos pisos en Barcelona. Esa empresa compra 420.000 acciones a 1.450 pesetas por acción y nadie sabe quién está detrás de ella.
Un segundo grupo importante lo forman las compras de acciones por parte de los socios iniciales de Traya. Pilar Moreno, mujer de Juan Antonio Ruiz de Alda, adquirió 30.000 por valor de 43 millones. Manuel de la Concha, a través de una sociedad denominada Teresa, compró 111.000 por 162 millones. Jaime Soto fue quien acaparó más, y a un precio más bajo que el resto. Soto, a través de una sociedad llamada Firena, invirtió 218 millones en la compra de 156.000 acciones.
El tercer grupo de compradores en los primeros días de noviembre tiene como denominador común el que eran amigos o socios de Manuel de la Concha o de Jaime Soto. Eso explica que un hermano de este último adquiriera 31.000 títulos o que Benito Tamayo -entonces en el Banco Hispano y después socio con De la Conha y Soto en Ibercorp- invirtiera más de sesenta millones comprando 40.000 acciones.
Las relaciones con Soto explican también que el periodista Ladislao Azcona, a través de una sociedad patrimonial familiar -Doble A Promociones-, invirtiera 90 millones en la compra de 60.000 títulos. Azcona, el mismo Soto, Rafael Naranjo y Luis Solera controlaban en aquellos momentos el 80% de IB-Mei, sociedad también adquirida al Urquijo Unión con el objetivo de sacarla a Bolsa. Luis Solera -entonces presidente de IB-Mei-, a través de Erasol, compró 8.000 acciones de Sistemas AF. Azcona y Tamayo señalan que se hicieron con las acciones de Sistemas AF en la precolocación "porque nos las ofreció Jaime Soto", y admiten que "ganaron bastante dinero cuando vendieron las acciones meses después". Para Lalo Azcona "se trata de una operación normal de aquellos años, en los que salieron muchas sociedades a Bolsa y se ganó mucho dinero en operaciones similares".
El paquete básico lo compró Urbiplanner, que lo vendió inmediatamente, al día siguiente.
Justo ese día, el 8 de noviembre de 1986, acabó la colocación privada de acciones previa a la salida a Bolsa de una sociedad. Esta colocación se hizo a través de Investcorp, que luego pasó a llamarse Ibercorp, controlada por Soto y De la Concha. Y, curiosamente, el número de participaciones que se colocó privadamente fue exactamente el mismo que las que figuraron a nombre de Urbiplanner durante un día.
La venta de los títulos a nombre de Urbiplanner generaron 600 millones de plusvalías.
Las acciones compradas por Soto y Pilar Moreno fueron vendidas en su práctica totalidad antes de finalizar 1986 y generaron importantes plusvalías también en línea con las apuntadas a nombre de Urbiplanner. El resto de los compradores iniciales hicieron plusvalías similares.
Ni el misterio de Urbiplanner ni el receptor de esas acciones han podido ser aclarados, por ahora, por la justicia o por la comisión Rubio. Después de tanto tiempo investigando, parece dificil pensar que se va a descubrir, máximo cuando el rastro de Rubio no aparece por ninguna parte, salvo en dos apuntes de su cuenta oculta a Hacienda en los que figura una salida de dinero a Traya y una entrada de 115 millones de pesetas.
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