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Interior movilizará a miles de nuevos agentes para mejorar la seguridad en nueve grandes ciudades

El Ministerio de Justicia e Interior ultima un plan de choque para mejorar la seguridad ciudadana en nueve grandes capitales: Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Málaga, Alicante, Valladolid, La Coruña y Zaragoza. El proyecto pretende dedicar varios miles, de agentes más a tareas de prevención de la delincuencia y atención al ciudadano, "potenciando la presencia policial en la calle", según el subdirector general operativo de la Policía, el comisario, Miguel Ángel Alonso de la Fuente. El Gobierno invertirá unos 1.500 millones de pesetas en la adquisición de nuevos vehículos. Los patrulleros en motocicleta serán una pieza básica en el engranaje de la seguridad ciudadana.

La Dirección General de la Policía perfila una amplia remodelación de los servicios de Seguridad Ciudadana, siguiendo los criterios del ministro Juan Alberto Belloch y de su viceministra de Interior, Margarita Robles. Él objetivo de ambos es "acercar la policía a los vecinos", dotando a las comisarías de distrito de mucha mayor participación de la que han tenido en los últimos años.El proyecto, que comenzará a ponerse en marcha el próximo mes de enero, supone en la práctica derogar las directrices de Carlos Conde-Duque y de Agustín Linares, anteriores responsables del Cuerpo Nacional de Policía. Éstos, con el visto bueno del entonces ministro del Interior, José Luis Corcuera, centralizaron en exceso los servicios de seguridad ciudadana, produciendo indirectamente una sensación de alejamiento y desprotección entre el vecindario de las grandes capitales.

"Se trata de redistribuir los recursos humanos que tenemos, que siguen siendo más escasos de lo que desearíamos, para reconducir la sensación de inseguridad que hay entre la gente", señala el comisario Miguel Ángel Alonso, número dos de la Policía. "Queremos que se incremente la atención al ciudadano", añade, "sin descuidar que tengan que realizarse otras acciones puntuales" en los denominados puntos negros [zonas o barrios con altos índices de criminalidad].

Dejar de ser un número

Las líneas motrices del plan son revitalizar las comisarías de distrito, acortar el tiempo que la policía tarda en dar respuesta a una llamada de auxilio y mejorar el trato que se dispensa a las personas que acuden a presentar una denuncia "para que no sean un simple número". Pero, además, Belloch y la viceministra Robles pretenden algo insólito: que la policía informe periódicamente a las víctimas de un delito acerca de la marcha de las investigaciones y, paralelamente, solicite su colaboración por si recuerda algún nuevo dato que sirva para detener al infractor. Esta disposición, de cumplirse, es toda una revolución, puesto que lo normal hasta ahora es que el ciudadano curse la denuncia y que jamás vuelva tener la menor noticia de cómo va su asunto.

La Dirección General de la Policía quiere elevar en un 40% el número de agentes que hay dedicados a seguridad ciudadana. Esta cifra no está aún cuantificada con exactitud, pero en cualquier caso serán varios miles de funcionarios. Cálculos policiales estiman que en Madrid, por ejemplo, podrían ser unos 600 o 700 hombres más que en la actualidad, repartidos en varios turnos.

El replanteamiento de los servicios de seguridad ciudadana supondrá necesariamente la modificación de las condiciones laborales de numerosos policías. Por eso, la dirección general va a tratar de alcanzar un pacto con las organizaciones sindicales del cuerpo y conseguir que 1as modificaciones en los horarios de trabajo no afecten negativamente a los funcionarios", según Alonso. Éste también pretende utilizar para estas tareas callejeras a los alumnos de la academia, lo que les serviría de prácticas previas a la obtención de su titulación.

Interior estudia, además, la forma de "rescatar" para el servicio de calle a cientos de policías que están dedicados a dar protección en edificios oficiales, sustituyéndolos por medios técnicos y electrónicos. Otro aspecto pendiente afecta a Bilbao, donde el Cuerpo Nacional de Policía está condicionado por el despliegue de la Ertzaintza (policía autonómica) el próximo octubre.

El proyecto que coordina la viceministra Robles se implantará a lo largo del próximo 1995 en tres fases, la primera de ellas prevista para principios de año. Durante su desarrollo se alcanzarán momentos en los que los ciudadanos verán una "mayor presencia policial" de forma palpable, señala el comisario Alonso, que califica el proyecto de "ambicioso", insistiendo en que quiere una actuación "nada represiva" y muy alejada del viejo concepto franquista de orden público.

El 'troncomóvil' de los Picapiedra

"Tenemos coches en peores condiciones que el troncomóvil de los Picapiedra", afirma con impotencia un mando policial de Madrid, acostumbrado a oír las quejas vecinales. La dirección general reconoce que su parque móvil está viejo y que muchos de sus patrulleros llevan meses fuera de servicio por falta de respuestos. Por eso, el Ministerio de Justicia e Interior va a gastar en la adquisición de automóviles, motos y equipos de transmisión unos 1.500 millones de pesetas ya incluidos en su presupuesto de casi 800.000 millones previstos para el próximo año.Unos 90 patrulleros están hoy asignados en Madrid a labores de seguridad ciudadana en sus modalidades de prevención y lucha contra la delincuencia urbana. Si los planes del ministerio salen adelante, esta cifra se verá aumentada y, además, reforzada con numerosos agentes en moto. Este vehículo de dos ruedas tendrá un papel fundamental en el plan: los agentes podrán con mucha rapidez y tener un contacto más directo con los vecinos.

La Dirección General de la Policía utilizará únicamente patrullas a pie para vigilar "puntos conflictivos". Los responsables del departamento argumentan que estas patrullas tienen eficacia limitada. Pero quizás otra razón -no explicitada por las fuentes informantes- es que eso supondría poder contar con un número de funcionarios mucho más elevado para dar cobertura adecuada a toda la ciudad.

Interior tiene previsto iniciar conversaciones con las policías municipales para lograr una mayor coordinación entre sus respectivos efectivos, mejorando los canales de intercomunicación entre las salas del 091 (Cuerpo Nacional de Policía) y del 092 (policía local). También planea negociar con Asuntos Penitenciarios, juzgados y hospitales la forma de lograr un mayor aprovechamiento de las unidades que ahora prestan servicio en estas instituciones.

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