Javier Solana recibió en secreto al viceprimer ministro de Irak
Primero rompió el tabú en secreto y ahora lo hará en público. El ministro español de Asuntos Exteriores, Javier Solana, se entrevistó con gran sigilo, el 19 de mayo en Madrid con el número dos del régimen de Irak, Tarek Aziz, y el 28 de este mes volverá a hacerlo en Nueva York, pero esta vez le dará el apretón de manos ante las cámaras de televisión.
En ambos casos, el viceprimer ministro iraquí ha solicitado la reunión con el claro propósito de recabar la ayuda de España para lograr en el Consejo de Seguridad de la ONU el levantamiento de las sanciones económicas y políticas que padece su país desde que en agosto de 1990 invadió Kuwait.A principios de mes, el titular kuwaití de Defensa, jeque Ahmad Hammud Al Jabir As Sabah, hizo una visita, igualmente discreta, a Madrid para pedir a Solana exactamente lo contrario de lo que le había solicitado Aziz. El sábado pasado, el conjunto de las monarquías del golfo Pérsico reiteró su rechazo a la supresión de las sanciones.
Desde hace cuatro años, los países occidentales interrumpieron los contactos políticos de alto nivel y sus embajadas en Bagdad están cerradas. Por ese motivo, los únicos diplomáticos españoles que se han reunido desde 1990 con funcionarios iraquíes fueron los encargados de comprobar el estado del edificio de la representación diplomática española en la capital de Irak y de retribuir al personal local que la atiende.
Solana no será el único jefe de la diplomacia occidental que se entreviste sin disimulo con Aziz; al margen de la Asamblea General de la ONU que acaba de empezar en Nueva York. En una acción que parece coordinada, su homólogo francés, Alain Juppé, hará otro tanto. Francia fue, junto con Rusia, el país miembro del Consejo de seguridad de la ONU más reacio a aprobar la prórroga de las sanciones internacionales contra el régimen de Sadam Husein.
España, que preside el máximo órgano. de la ONU hasta fin de mes se mantuvo, en cambio, "neutral" entre la posición de París y Moscú, por un lado, y la de Washington y Londres, por otro, que estiman que Irak no da aún suficientes facilidades para que las Naciones Unidas controlen su renuncia al desarrollo de sus principales programas armamentísticos. Estas dos últimas potencias son las más exigentes con Irak.
Las sanciones contra Bagdad fueron prorrogadas, probablemente por última vez, el 15 de este mes y por un periodo de 60 días. Rolf Ekeus, presidente de la comisión especial de la ONU encargada de vigilar el desmantelamiento de las armas de destrucción masiva, comunicó previamente al Consejo de Seguridad que no se daban aún las condiciones para su levantamiento.
Aziz ha celebrado también en agosto, según reveló el domingo pasado el, semanario londinense The Sunday Times, conversaciones secretas en Rabat con un ministro de Israel, Benyamin Ben Eliezer, con vistas a firmar un tratado de paz, pero el Gobierno israelí ha desmentido haber mantenido tal contacto.
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