_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Inquisiciones

Juan José Millás

Algunos colegas hablan con ironía de la ocupación de Haití por las fuerzas aliadas, pero a mí me da mucha tranquilidad saber que vivo en un mundo en el que se ocupa lo que funciona mal. Nací bajo una dictadura y viví en ella hasta bien entrada la juventud, sin que nadie se preocupara de ocuparnos. Al contrario, uno de los antecesores del actual Clinton, un tal Eisenhower, vino a visitar al dictador y a los niños nos dieron banderitas para ir a recibirle. Yo era uno de esos niños que agitaban la banderita cuando pasaron Franco y Eisenhower en plan colegas dentro de un coche descubierto. Cuando veo esas fotos en los periódicos, se me saltan las lágrimas; qué época.Por eso no entiendo que haya ahora progres que ironicen sobre la ocupación de Haití: son los mismos, creo yo, que en su día criticaron la de Kuwait, donde las fuerzas aliadas consiguieron poner a salvo una de las democracias más avanzadas del. planeta. Son sin duda los mismos que se ríen cuando el Papa pide perdón a Galileo y muestra algún arrepentimiento por las salvajadas que sus antecesores en el cargo fomentaron en tiempos de la Inquisición. Mejor tarde que nunca. Se ve que a ellos no les aplicaron la Inquisición jamás: en mi colegio, sin embargo, estaba vigente. Había un cura que le rompió el tímpano a un amigo de un tortazo y que a mí me torturó en diversas ocasiones para saciar sus inclinaciones sexuales.Mi colegio estaba precisamente junto a la avenida de América, por donde pasaron Eisenhower y Franco de la mano; creo que el que repartió las banderitas para ir a recibirle fue la bestia esta rompetímpanos. Yo me pasaba las clases de matemáticas soñando con que alguien viniera a rescatarnos, aunque fuera a base de invadirnos. Pero sólo vino Eisenhower, que era tan listo que nos invadió sin rescatarnos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Juan José Millás
Escritor y periodista (1946). Su obra, traducida a 25 idiomas, ha obtenido, entre otros, el Premio Nadal, el Planeta y el Nacional de Narrativa, además del Miguel Delibes de periodismo. Destacan sus novelas El desorden de tu nombre, El mundo o Que nadie duerma. Colaborador de diversos medios escritos y del programa A vivir, de la Cadena SER.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_