Las revístas quieren parte del pastel

La Asociación de Revistas de Información (ARI), agrupación que reúne a la mayoría de los editores del medio revistas, ha iniciado esta semana una campaña publicitaria de gran envergadura con el objetivo de que los anunciantes recuperen la confianza en este soporte y aumenten sus inversiones en el mismo.Después de un período negro de tres años de pérdidas de audiencias -salvo excepciones- y considerable descenso de la publicidad, los principales editores pretenden sensibilizar a los anunciantes de la eficacia de este medio y de las posibilidades de ser difusor principal de sus campanas, y no mero complemento de las promociones televisivas.

Para ello, 90 revistas, pertenecientes a 23 editores, difundirán hasta el próximo mes de mayo siete originales diferentes, en las que se expondrán las ventajas principales de anunciarse en este soporte. Los editores asociados, entre los que se encuentran Hachette, G+J, HYMSA, América Ibérica, Luike Motor Press y Grupo Zeta, prevén la publicación de más de 750 inserciones en una campaña que, en su valor de mercado, superaría los 500 millones de pesetas.

Revistas de información general, femeninas, musicales, de motor, del corazón, especializadas y profesionales del sector publicitario se harán eco de esta campana a lo largo de unos meses que aún no les serán muy propicios en cuanto a publicidad se refiere. El anuario de publicidad elaborado por Nielsen prevé que en 1994 el sector revistas registre un descenso de su estructuración publicitaria del 10% respecto al año anterior; es decir, que los 66.000 millones de pesetas registrados en inversión controlada en 1993 se reducirán a unos 59.000 millones aproximadamente. Los expertos consideran que, a pesar de todo, ese pronóstico es alentador.

Primer acuerdo

Según Enrique Hernández, presidente de la asociación promotora de esta iniciativa, "no ha sido la crisis lo que nos ha impulsado a este proyecto, aunque su inicio haya coincidido con una coyuntura económica desfavorable. Éste es el tercer intento de la ARI para realizar esta campana, después de dos anteriores intentos en época de bonanza económica, que no se hicieron por falta de acuerdo".El consenso obtenido por vez primera responde, según explica Hernández, a dos objetivos primordiales que todos ellos comparten: "Primero, la necesidad de dar a la publicidad en revistas su justo valor, destacando sus siete grandes ventajas que muchos anunciantes aún no saben aprovechar; segundo, el intento de corregir el decantamiento claro hacia la televisión que acusan los anunciantes y que nos perjudica seriamente".

Las expectativas de los editores de revistas se dirigen al cumplimiento de las previsiones más optimistas, que apuntan al inicio de la estabilización del sector para 1995.