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Calatrava defiende en su ingeniería la "pura creación del espirítu"

El ingeniero y arquitecto valenciano Santiago Calatrava (Benimamet, 1951) defendió ayer el concepto antiguo que define a la arquitectura y la ingeniería como "pura creación del espíritu". "Se pueden integrar en la naturaleza, se trata de obras de arte pero en el fondo son un artificio".Autor de estaciones, puentes, pasarelas, pabellones y plazas, a lo largo de 14 años en sus estudios de Zúrich y París, Calatrava pasó ayer unas horas en Madrid para inaugurar el curso en la Escuela de Arquitectura y una exposición en la sala del Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo, en la arquería de los Nuevos Ministerios, con el proceso de trabajo de 30 proyectos y dos esculturas, con planos, dibujos, maquetas y fotografías. La muestra, organizada por la Dirección General de la Vivienda, estará abierta hasta el 6 de noviembre, para montarse a continuación en Lisboa, en donde construye una estación cercana al Tajo.

"En la exposición hay proyectos que no se han hecho y es una lástima porque la arquitectura y la ingeniería es realidad cuando se ha construido", declara, con mención al pabellón flotante de Lucerna y la reforma del Reichstag en Berlín. "El conjunto expuesto indica la expresión de una voluntad de coherencia y continuidad en la búsqueda de un lenguaje que intenta establecer parámetros nuevos". Indica que sus propuestas no nacen de estados de ánimo sino de una "lógica interna, basada en la tectónica [construcción, estructura] del edificio, los materiales y la circulación de las fuerzas".

Obras para ciudadanos

El autor del puente del Alamillo en Sevilla o la torre de Monjuïc señala que su trabajo "muy personal" no está ligado a escuelas o grupos. Intenta "una reinterpretación de determinados problemas, que a veces se contradice con lo que piensa el establecimiento y no tiene que gustar a ingenieros y arquitectos". Considera que las obras públicas en España es un hecho "ejemplar y tremendamente positivo para el vivir de los ciudadanos". Frente a las polémicas, declara que es positiva la presión para respetar el medio ambiente".Aplausos, bravos y autógrafos cerraron una hora y media de exposición de sus obras, ante la paciencia de los estudiantes frente a la lenta fijación del foco de las diapositivas. Calatrava rechaza el vedetismo en estos encuentros y resalta el interés informativo por la arquitectura.

El sentido plástico, la metamorfosis o variaciones de elementos en el espacio, los materiales, la luz, la construcción y la estructura, el respeto por la ciudad, fueron algunos elementos de sus obras comentados sobre la estación de Zúrich, los puentes de Bach de Roda (Barcelona) y Mérida, el pabellón de Kuwait en la Expo 92, la catedral de San Juan (Nueva York), las estaciones de Lucerna y Lyón. "Mi trabajo nace de esa ambivalencía entre arquitectura e ingeniería. Lo que más me interesa es aquello que todavía no he hecho".

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