Los líderes del FIS inician una huelga de silencio
Abassi Madani y Ali Benhadj, los dos máximos líderes de la organización integrista Frente Islámico de Salvación (FIS), han iniciado una "huelga de silencio" contra el régimen de Argel, que piensan mantener mientras las autoridades no les pongan efectivamente en libertad. Esta decisión, sin embargo, no ha impedido las reuniones y contactos de los dirigentes islamistas con destacados militantes de su organización.Madani y Benhadj permanecen desde el martes recluidos en un inmenso palacete, sito en la avenida de la Independencia de Argel. El edificio es propiedad del Estado y está rodeado de un exhuberante jardín y de una larga verja metálica verde. Aparentemente en el exterior no hay ningún tipo visible de vigilancia, pero en el interior los controles son estrictos, según aseguró a EL PAÍS, un visitante que se reunió con los dirigentes excarcelados.
Para acceder al interior del edificio hay que identificarse a las fuerzas de seguridad con un documento personal. El control se realiza con una educación y una ceremonia exquisita, muy lejos del trato seco y sórdido usual en las prisiones militares, recalcaba el testigo. Luego, una vez en el interior del palacete, en uno de los salones, sentados en un banco, encontró a los dos presos.
Hablaron solos. Trataron todos los temas. Pero a pesar de esta aparente libertad, los dos detenidos se encuentran en una situación de permanente confusión, provocada por la nueva situación jurídica creada tras su excarcelación. Desde el día en que abandonaron la celda de la prisión militar en Blida, nadie se ha preocupado en explicarles cuál es exactamente su situación o en virtud de qué ordenanza se les ha trasladado.
Para ellos una cosa está clara y es que a pesar de todos los lujos de la nueva residencia permanecen aún prisioneros del régimen de Argel.
Con esta huelga de silencio, Madani y Benhadj pretenden forzar a las autoridades a aclarar su situación jurídica y decretar su libertad, una exigencia considerada por los detenidos como elemental para iniciar un diálogo con el régimen de Argel.
Por otra parte, el Gobierno de Marruecos acusó ayer oficialmente a los servicios secretos argelinos de estar implicados en la en la organización de ataques que el 24 de agosto costó la vida a dos turistas españoles en Marraquech. Se trata de la primera ocasión en que Marruecos atribuye la organización de este tipo de atentados al país vecino con el que mantiene cerradas las fronteras desde el 27 de agosto.
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