Brokerval gestionó 3.000 millones de pesetas de 'dinero negro' en Baleares

La agencia de valores e intermediación financie ra Brokerval, con sede en Palma de Mallorca, administró una bolsa de dinero negro cercana a 3.000 millones de pesetas, a partir de estimaciones en las que coinciden medios de Hacienda y fuentes judiciales. A los dos meses de la intervención, judicial, quiebra y fuga de su máximo responsable, Francisco Berga, la Agencia Tributaria, la brigada policial de delincuencia económica y el juzgado de instrucción están en los prolegómenos de la investigación.

El juez instructor, Pedro Barceló, ha prorrogado el secreto del sumario y aún no ha citado a de clarar a ninguno de los acusados o afectados por el escándalo. A la espera de que se inicie la instrucción, los capitales, y cuentas de más de medio millar de clientes de Brokerval están siendo rastreados por la Agencia Tributaria. El Ministerio de Economía y Hacienda quiere determinar el origen de estos fondos y si que daron plasmados -en los últimos cinco años en las declaraciones de renta o fueron regula dos de manera complementaria. La delegación balear del mismo ministerio calcula que en el análisis de este caso se trabajará durante casi un año. Centenares de clientes pueden ser citados para ampliar información.Una de las estrategias elaboradas por Berga y sus hombres de confianza para evadir el control fiscal radica en una numerosa red de comunidades de bienes, distribuidas en diferentes regiones españolas, que aparentaban diariamente un frenético movimiento de capitales. Una de las hipótesis que no se ha descartado es la existencia de una red evasora, paralela a otras argucias de ingeniería financiera, iniciada hace cinco años a través de la firma Inverbroker, predecesora de Brokerval.

Los integrantes del Consejo de Administración de la sociedad de valores quebrada Brokerval, de Palma de Mallorca -empresarios y profesionales liberales de Baleares-, fueron sometidos a un contundente expediente sancionador por parte de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), presidida por Luis Carlos Croissier, por su responsabilidad solidaria en las numerosas irregularidades advertidas en el funcionamiento de la entidad de intermediación bursátil y financiera.

Contra Brokerval se siguen diversas acciones judiciales y administrativas: un procedimiento civil de quiebra, otro penal por presuntos múltiples delitos más las investigaciones fiscales de la Agencia Tributaria y las posibles sanciones administrativas que pueden derivarse del expediente abierto por la CNMV. Brokerval tenía 700 clientes y su predecesora Inverbroker fue utilizada de manera irregular para canalizar inversiones en letras del Tesoro y deuda pública sin estar autorizada. Hacienda, investiga la nitidez de buena parte de las operaciones y la brigada de Delitos Económicos de la Policía Judicial de Palma sigue analizando miles de documentos intervenidos en la sociedad bursátil.

El máximo responsable de la firma, Francisco Berga, se encuentra huido de España desde hace dos meses, acusado por tres socios consejeros de presunta estafa, delito fiscal, falsedad documentar y apropiación indebida. Berga y los consejeros Francisco Tous y Guillermo, Coll fueron denunciados por otro colectivo encabezado por el abogado Juan Luis Matas. Los denunciantes sostienen que Berga dejó un agujero de 800 millones al desviar hacia negocios de su interés de pósitos y cuentas de clientes de confianza. Berga ha sido señalado, también como operador de una amplia red de sociedades que han manejado decenas de miles de millones de pesetas en circuitos opacos fiscalmente en Baleares, Cataluña, Valencia y Canarias, amparados en comunidades de bienes e inversiones inmobiliarias. Este extremo de la investigación es el más complejo y constituye apenas la punta del iceberg en opinión de medios profesionales y judiciales.

Un banco regional

Brokerval fue creada hace tres años por un colectivo de 60 destacados empresarios e inversores de la sociedad mallorquina, las fuerzas vivas insulares, entre ellos destacados notarios, el fiscal jefe de la Audiencia, el gerente de la Universidad y solventes financieros. Berga soñaba con crear un nuevo banco regional. El financiero huido inició su trayectoria al asociarse con los hermanos Monjo Carrió, el exministro Pérez Llorca y la familia Matutes en una primera entidad de intermediación bursátil.

Posteriormente buscó nuevos aliados empresariales, en su mayoría multimillonarios insulares: Lorenzo Fluxà, Javier Cabotá, Antonio Cuart, Miguel Llabrés, Juan Parlos Rosselló, Juan Nigorra, Juan Vives, Pedro Montaner, Juan Perelló, Rafael Gil, Raimundo Clar, Ricardo Leiva, Francisco Jover, Luis Piña y José Antonio Tenza, entre otros. Todos los citados han sido accionistas impulsores y principales clientes de la hoy hundida Brokerval.