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EE UU reconoce que Cuba está cumpliendo el acuerdo de frenar la salida de 'balseros'

El Gobierno estadounidense está satisfecho de la eficacia del régimen cubano a la hora de frenar la salida de los balseros, en cumplimiento del acuerdo firmado el pasado viernes en Nueva York, según manifestó ayer Mike McCurry, portavoz del Departamento de Estado. Las autoridades estadounidenses no se atreven a pronunciarse todavía sobre la entrada en vigor de su parte M trato: el procesamiento de las solicitudes de visado para que un mínimo de 20.000 cubanos que quieran dejar la isla puedan hacerlo legalmente.

El portavoz del Departamento de Estado reconoció que Cuba está cumpliendo su compromiso a incrementar la presencia de la policía en las playas y costas y obligar a retirar las balsas de la orilla. En los tres primeros días de esta semana ha descendido radicalmente el número de rescatados por los guardacostas. En cuanto a los procedimientos para acelerar la tramitación de los permisos de salida, McCurry pidió paciencia: "Me han dicho que se hará en los próximos días, sin especificar exactamente cuando".La Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana debe incrementar su personal y adaptar la burocracia para poder abordar la demanda de visados. "Al mismo tiempo" señaló el portavoz, "estamos tratando de convencer a los cubanos de que no acudan en masa a nuestra representación diplomática en La Habana. Se está trabajando a toda velocidad para preparar las cosas, pero aún no se pueden atender las peticiones".

McCurry no aclaró otro de los puntos que supuestamente fue acordado en Nueva York: la suerte de los refugiados de Guantánamo que quieran volver a Cuba. En el acuerdo se establecía que no habría represalias contra ellos, pero el portavoz del Departamento de Estado esquivó la aparente responsabilidad asumida por EE UU. "No estamos seguros de qué tipo de leyes locales se aplican a los que vuelven ni del grado de exigencia que habrá en caso de que el Gobierno cubano decida aplicarlas", manifestó.

Por su parte, el ministro cubano de Exteriores, Roberto Robaina, dijo ayer en Madrid antes de regresar a. La Habana que la salida ilegal de la isla no sólo la controla el Gobierno cubano y que la huida de balseros depende esencialmente "de cómo se les reciba en Estados Unidos". "De momento", añadió, "hace falta que se cumplan las cifras de emigrantes negociadas con EE UU para ver la seriedad del acuerdo". Robaina destacó que lo más importante del acuerdo de Nueva York es "haber demostrado al mundo que Cuba y Estados Unidos pueden hablar directamente sin intermediarios" y subrayó que la agenda de ternas pendientes de negociación "puede y debe ser ampliada", en clara referencia al embargo norteamericano.

El canciller cubano advirtió el peligroso precedente" que sentaría una invasión norteamericana en Haití. "No creo en las promesas de 'sólo por esta vez', ya que no nos sentimos amparados por el manto de la ONU". Robaina criticó con acidez "la falta de democracia" de las Naciones Unidas: "Nada nos tiene más inseguros en el mundo que cuando se reúne, a puerta cerrada, el Consejo de Seguridad, porque no sabemos a quién van a bombardear ni a quién se le va a aplicar la diplomacia preventiva".

Apertura económica

Robaina se marcha satisfecho de su visita a España "hemos alcanzado un nuevo nivel, muy alto y sincero, en las relaciones entre ambos pueblos"- y aseguró que la apertura económica ha comenzado en Cuba "para no pararse". Entre las transformaciones se refirió a la nueva ley de apertura a la inversión extranjera, "que vamos a ajustar para ampliarla". El mayor obstáculo, señaló, es que "la inversión tiene que abrirse en silencio debido a las grandes presiones exteriores. De cada 10 negocios que se inician en Cuba, se interrumpen ocho a causa a las presiones".

Siguiendo con las reformas citó la reestructuración del aparato del Estado, la entrega de tierras en usufructo "que debe profundizarse en los próximos días", la liberalización del trabajo por cuenta propia, la despenalización del dólar y la nueva ley tributaría. Respecto a modelos económicos citó el vietnamita, aunque adaptado a la realidad cubana: "Con un proceso de tropicalización muy fuerte".

Los últimos rescatados en el mar

El parón en el número de balseros tras la entrada en vigor, a las 12 del mediodía del martes, del acuerdo de Nueva York entre los gobiernos de Cuba y Estados Unidos tuvo su correlato en la última cifra facilitada ayer por los guarda costas estadounidenses: 134 fugitivos a bordo de 15 balsas habían sido rescatados al caer la noche del martes en el es trecho de la Florida. Otros dos grupos que contabiliza ban 14 balseros llegaron ese mismo martes a las costas mexicanas, en el Estado de Quintana Roo.Menos de 2.000 refugiados fueron socorridos durante el último fin de semana: 551 el sábado, 1.004 el domingo y 283 el lunes. Desde que comenzó del éxodo, el 5 de agosto, más de 31.000 balseros fueron rescatados por los guardacostas norteamericanos. Todos ellos fueron conducidos a la base militar de Guantánamo (al sureste de Cuba) y a los campos de internamiento abiertos en Panamá.

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