Reinserción

Hay dos actitudes del Partido Popular en torno al actual debate sobre la reinserción de presos terroristas que me han dejado absolutamente desconcertado.Por un lado, hemos leído recientemente que "el Partido Popular apoyará la reinserción cuando desaparezca ETA". Una declaración así ignora que la reinserción es un privilegio individual, y si como tal ha de ser entendida, no parece procedente negársela a un arrepentido alegando la subsistencia de la banda a la cual ha pertenecido. Ello equivale a poner la actitud de sus ex compañeros de filas por encima de su propia voluntad de arrepentimiento. Pero el Partido Popular no ha dudado en hacer de un asunto tan escabroso -y, en consecuencia, sujeto permanentemente a la demagogia- el campo de batalla para el peloteo entre unos partidos y otros; y si hay algo que merezca llamarse "irresponsabilidad política" es precisamente la actitud del principal partido de la oposición en esta cuestión.

Podrían incluso introducirse consideraciones acerca de las pintorescas contradicciones a las que puede llevar ese extraño híbrido insostenible llamado "democracia cristiana", de la cual el PP se ha declarado en más de una ocasión claro partidario.

Sólo comentaré una cuestión. No quisiera confundir la mera reinserción con algo tan íntimo como el perdón. Éste corresponde sólo a los afectados y nadie tiene en sus manos el ejercicio de ese derecho más que las propias víctimas. Pero el Estado, que usurpa al agraviado la facultad de vengarse y se erige en único y legítimo vengador universal, es, a su vez, el único que tiene el poder de ofrecer al reo la posibilidad de reinsertarse en la sociedad. Si el Partido Popular se cierra ante esta posibilidad, ¿será entonces preciso recordar a nuestro muy católico jefe de la oposición que no insista en pisotear aquello mismo que el cristianismo se digna levantar como su más hermosa expresión de identidad?- Juan Sánchez Torrón. .