Cuando rascarse no basta

Las picaduras, mordeduras, o el simple contacto con algunos animales, pueden exigir cuidados que van más allá de la simple e instintiva acción de rascarse que, por otra parte, puede agravar y hacer aún más molesta la afección. En todos los casos, advierte el SAS, "si los cuidados que uno puede adoptar por sí mismo no son suficientes, es preferible acudir al médico antes que automedicarse". Estas son algunas recomendaciones de la guía del SAS:Medusas. Lavar la zona afectada con agua salada; empaparla con alcohol o amoniaco diluido; aplicar un antiséptico; lavar nuevamente con agua salada y poner pomada analgésica.

Erizos de mar. Extraer la púa inmediatamente, humedeciendo la zona afectada con agua salada.

Escolopendras. Aplicación de un antihistamínico oral o en pomada.

Escorpiones. Lavar la zona afectada con agua oxigenada (no usar alcohol ni amoniaco); aplicar un antihistamínico y un antiséptico no coloreado; en el caso de niños pequeños es aconsejable acudir a un centro médico.

Arañas. Lavar con agua oxigenada; poner fomentos calientes; aplicar analgésico y antiséptico no coloreado.

Garrapatas. Extracción del animal fijado, usando, una sustancia grasa.

Chinches de campo. Antisépticos y pomadas balsámicas.

Peces con aguijones. Limpiar la herida con agua oxigenada; enfriar la zona moderadamente y aplicar agua muy caliente en la picadura; acudir al médico.

Sapo común. Lavar con agua la mordedura.

Culebras. Lavar con alcohol yodado; aplicar un antiséptico no coloreado.

Víboras. Colocar al afectado con la zona mordida más baja que el resto del cuerpo; lavar con agua oxigenada; hacer una leve ligadura al miembro afectado, por encima de la mordedura, desatando cada minuto; administrar bebidas calientes no excitantes; acudir al médico.

Murciélagos y roedores. Limpiar la herida con agua y antisépticos; acudir al médico para prevenir la rabia.