La Comunidad dice que no encuentra jóvenes artistas

La Comunidad no encuentra artistas. El lunes arrancaba uno de los más ambiciosos proyectos de la Consejería de Educación y Cultura para promocionar el arte joven y el comienzo resulta decepcionante: se anunciaba a principios de este verano que se organizarían más de cien exposiciones mensuales, y en septiembre no habrá más de 22."La timidez de los artistas es uno de los factores que explican esta escasez", declara José Molina, asesor de la Consejería de Educación y Cultura. "También hay muchos que nos dijeron que se apuntaban al programa y luego, a la hora de la verdad, no tenían la obra preparada". Al margen de los miedos de los jóvenes artistas, Molina reconoce que ha habido un problema de falta de información. "Es cierto que no lo hemos difundido suficientemente, la gente no se ha enterado de que esto está en marcha".

La Red de Arte Joven es un programa que arrancó el lunes con una exposición de pinturas de Juan José Sebastián Hernanz en el Viaducto Bar y que pretende proveer a los jóvenes pintores, escultores, fotógrafos y dibujantes de. espacios donde exponer sus trabajos. Pero para septiembre, la Comunidad sólo ha podido reclutar a pintores: acaparan 17 de las 18 exposiciones que se realizan este mes. Una exposición de fotografías de Juan Bautista Morán Gorricho (a partir del 16 de septiembre, en el hotel Reina Victoria) completa el cupo. "Para octubre duplicaremos el número de exposiciones", afirma Molina.

Habrá que esperar por lo menos un mes para poder leer a los jóvenes poetas madrileños en el metro. Esta iniciativa, una de las más novedosas de la Red, también se ve retrasada por los problemas en la captación de los artistas. "Ha costado pescar a los poetas", dice María Ángeles Linares, portavoz de la consejería, "porque son artistas muy peculiares, resulta difícil animarles para el proyecto". La Comunidad ya ha empezado a recibir obras de jóvenes poetas que están siendo seleccionadas por un comité.

La promoción de la joven poesía incluye el reparto en el metro de 1.500 ejemplares de un pliego de cordel hecho con papel reciclado con poemas, además de la apertura de aulas de poesía en distintos locales (incluidos algunos bares y cafés) de la capital.