La autovía no puede dar "la vuelta a España", ironiza Lerma

El presidente de la Generalitat valenciana, el socialista Joan Lerma, declaró ayer que la autovía Madrid-Valencia "no puede dar la vuelta a España" para evitar el tramo de las hoces del río Cabriel. Lerma insistió en que la decisión de José Borrell de trazar la autovía a unos 300 metros del comienzo de las hoces es "la menos mala" desde el punto de vista medioambiental y permite tener una comunicación directa entre la capital y la tercera ciudad de España. El desdoblamiento de la N-III es fruto de un acuerdo entre Borrell y Lerma para paliar la exclusión de esta autovía del I Plan de Carreteras.El presidente valenciano consideró que el tiempo de las alegaciones a la construcción de la autovía ha terminado y dijo no entender la postura contraria del presidente de Castilla-La Mancha, el también socialista José Bono.

Durante la fase de estudio, la Generalitat valenciana se mostró partidaria del trazado más cercano a la actual carretera, bastante alejado de la zona que ahora la Junta de Castilla-La Mancha quiere convertir en parque natural, pero el terreno no permite la construcción de la carretera por razones técnicas.

Lerma aseguró que se trata de una cuestión sobre la que se puede discutir y mostró su disposición a aceptar leves modificaciones del proyecto ministerial, siempre que se respeten las líneas generales del trazado actual. "Si se puede construir la autovía a 600 metros de las hoces en vez de a 300 para evitar el impacto medioambiental, nosotros aceptaremos encantados, pero el margen de maniobra no es muy grande, porque cuanto más se eleja la autovía de las hoces más se acerca a los Cuchillos".