La ONU advierte al Papa que corre riesgo de sufrir un atentado durante su visita a Sarajevo

Las condiciones sugeridas por el Vaticano para llevar adelante la visita del Papa a Sarajevo este jueves no se cumplen. Fuentes de la Fuerza de Protección de las Naciones Unidas (Unprofor) en la capital bosnia, cuyas tropas serían las encargadas de velar por la seguridad del Pontífice, advirtieron ayer de la existencia de un riesgo considerable de que Juan Pablo H sufra un atentado. Una fuente de los cascos azules aseguró: "La vida del Papa estará en peligro, así como la de su entorno". El avión papal deberá aterrizar en un aeropuerto peligroso sometido a disparos de francotiradores.

En los últimos días, tanto los soldados serbios que sitian Sarajevo desde hace 29 meses como los bosnios que defienden la ciudad, han intercambiado disparos contra unidades de Unprofor. Un portavoz de esta fuerza multinacional en la capital bosnia culpó ayer a la Armija (Ejército bosnio de mayoría musulmana) de ser la responsable del ataque con un mortero de fabricación israelí contra el aeropuerto el pasado 18 de agosto, que obligó a la suspensión de los vuelos humanitarios durante cuatro días."El resultado de todas nuestras investigaciones", dijo el teniente coronel Pierre Ducros, "apunta a que la granada de mortero procedía claramente de las líneas gubernamentales (bosnias)". Los expertos artilleros de Unprofor pueden determinar la dirección y la distancia por el análisis del cráter dejado por la explosión, pero además disponen, desde la matanza del mercado, en febrero, de radares capaces de descubrir el punto exacto desde el que fue disparado. El Gobierno bosnio, disgustado por el momento elegido por Unprofor para hacer pública la acusación, que a su juicio hace el juego a la guerra de propaganda de los serbios contra la visita papal, niega toda verosimilitud al informe oficial de la ONU.

El líder serbo-bosnio, Radovan Karadzic, que se opone a la visita de Juan Pablo II a Sarajevo, ha afirmado en al menos dos ocasiones que no puede impedir que los musulmanes atenten contra el Pontífice para culpar después a los serbios, palabras que llevaron al representante especial del secretario general de la ONU en la antigua Yugoslavia, Yasushi Akashi, a recomendar la suspensión.

La condición vaticana de que se garantice, al menos, la seguridad de las personas que acudan a reunirse con el Papa no se da tampoco. Los disparos, el domingo, contra el Palacio de Hielo, de Sarajevo, uno de los lugares manejados en los preparativos para la misa al aire libre, son la verdadera respuesta.

La solución definitiva

El subdirector de la oficina de prensa del Vaticano, monseñor Piero Pennachini, afirmó ayer: "No hay novedad" y que las cosas siguen igual que el pasado sábado; es decir, con un Papa deseoso de acudir en "peregrinaje de paz" a Sarajevo, pero en espera de "se den las condiciones suficientes de seguridad para la población". Fuentes de la Santa Sede estiman que hoy martes se producirá un anuncio final y definitivo sobre si se realiza o no el polémico peregrinaje a la capital bosnia, el más complejo, arriesgado y difícil de los 16 años de papado de Juan Pablo Il.La opinión de los responsables de Unprofor se decanta con claridad en contra. Así lo han dejado ver en declaraciones públicas y en conversaciones privadas. En un momento de bloqueo diplomático, como el actual, lo que menos necesita el conflicto bosnio es una nueva matanza o un atentado que relance la guerra total. Los acontecimientos políticos y militares de los últimos días convierten al proyectado viaje papal en una acción de mucho riesgo. El mismo entorno vaticano es favorable a suspender la visita, que es un empeño personal de Juan Pablo II, con la excusa de no querer sobrexponer a peligros innecesarios a los fieles que deseen ver y escuchar al Papa.

Mientras, la realidad bélica se suma a los argumentos contrarios. Las fuerzas serbias que rodean Sarajevo han lanzado una ofensiva contra las posiciones musulmanas cerca de Breza.