LA LIMPIEZA DEL BODY SHOP.
¿Puede alguien crear, en menos de 20 años, un imperio de cosméticos que gana 50 millones de dólares al año y tiene más de 1.000 almacenes en 50 países, y al mismo tiempo salvar las ballenas, proteger el Amazonas, ser cariñoso con los indios y no torturar a los animales? Anita Roddick y su Body Shop parecían haberlo logrado hasta que un informe, publicado recientemente, asegurara que este negocio tan limpio sólo afecta a un 1% de sus productos y que sus prácticas empresariales no se diferencian de las de la Ford. Las acciones del Body Shop han caído, pero por ahora los almacenes siguen llenos. Anita es la última esperanza de que el capitalismo tenga una cara amable.-
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