De la sonrisa al paro

El primer día del primer alto el fuego en serio del IRA en un cuarto de siglo fue un día más para los policías que patrullan por la capital norirlandesa armados con su revólver y fusil de asalto. El agente de cara adusta que guardaba un improvisado puesto de control dejó en casa su chaleco antibalas, pero sólo porque el sol quiso ser testigo de este hito en la historia del IRA. "Hace demasiado calor para ponérselo" respondió este hombre de 34 años que se permitió el lujo de mostrar un amplia sonrisa cuando se le preguntó si se sentía más seguro ahora que el Ejército Republicano Irlandés parecía dispuesto a dejar las armas.El Royal Ulster Constabulary (RUC, la policía provincial) ha estado en primera línea de batalla durante los 25 años que han durado los Troubles (Disturbios) y algunos de sus elementos puede que se estén preguntando si ahora esta vasta maquinaria de seguridad con 13.000 efectivos les arrojará al paro. Se calcula que en una situación de normalidad bastaría con la mitad de agentes.

Menos del 12% de la fuerza es católica, pues todo católico del Ulster sabe que ingresar en el RUC es firmar su propia pena de muerte a manos del IRA. Es también uno de los trabajos más buscados en la provincia, afectada por un paro que supera el 14%. Quienes pueden soportar la tensión de sentirse en todo momento en el punto de mira del IRA tienen uno de los empleos mejor pagados de Irlanda del Norte, superior a los seis millones brutos de pesetas anuales para un agente con experiencia. Es un salario que se puede estirar mucho en una provincia donde una primera vivienda sin pretensiones supera por poco los tres millones de pesetas.

Un joven agente de 21 años que se enroló hace tres aflos en vista del sueldo y de las perspectivas profesionales no creía ayer que fuera a acabar en el paro. "De ninguna manera" dijo con una seguridad que puede verse traicionada si el IRA mantiene su palabra.