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COMUNICACIÓN: LIBERTAD DE EXPRESIÓN

Cebrián acusa a la ley de prensa rusa de intervencionista y burocrática

Pilar Bonet

La Ley de Medios de Comunicación de la Federación Rusa tiene una vena intervencionista y burocrática que se refleja en la existencia de un registro oficial de publicaciones y trata la libertad de expresión como el privilegio de los perio distas y no como un derecho de todos los ciudadanos. Así lo manifestó ayer en Moscú el consejero delegado de PRISA, Juan Luis Cebrián, en la conferencia sobre aspectos políticos, legales, culturales, sociales y económicos de los medios de comunicación en una sociedad democrática.

La conferencia, que fue inaugurada el pasado martes con un mensaje de saludo del presidente Borís Yeltsin, está organizada por el Consejo de Europa y el Ministerio de Exteriores de la Federación Rusa. El evento ocurre en un momento delicado para la prensa rusa después de que el presidente del Comité de Medios de Comunicación de Rusia, Borís Mirónov, exhortara a restablecer una dirección centralizada de éstos en una alocución ante directores de medios regionales en la provincia de Orenburg (en la región de los Urales).La crítica actitud de los medios de comunicación de Rusia ante el poder político preocupa a los actuales dirigentes, que temen ver deteriorada su imagen en vísperas del aniversario de los sangrientos enfrentamientos con los que se dirimió la rivalidad entre el Soviet Supremo (Parlamento) y el presidente Yeltsin en octubre de 1993. Sobre este telón de fondo, sonaron ayer voces a favor de la libertad de prensa, como la de lord McGregor, jefe de la Comisión de Quejas de la Prensa, y la de Cebrián.

Los grupos antidemocráticos también tienen el derecho de expresarse, señaló Cebrián, según el cual el poder político puede tener la tentación de cerrar medios de comunicación que pertenecen a grupos que no comparten los valores estándar de la democracia. "Es una tentación muy peligrosa", señaló el ponente, que puso el ejemplo de España, aludiendo al diario vasco Egin y al diario El Alcázar, que apoyaba el golpe de Estado de derechas durante la transición española. "Si la democracia no les deja expresarse, encontrarán otros medios de hacerlo", señaló.

Tras haber examinado atentamente la legislación de medios de comunicación de Rusia, que data de diciembre de 1991, Cebrián manifestó que este texto legal contiene varios elementos que hacen sospechar en la existencia de un deseo de restringir la libertad de opinión.

Resistir las presiones

El ponente llamó la atención sobre la lista de secretos de Estado previstos por la legislación rusa y señaló que estas leyes "suelen ser uno de los instrumentos empleados por los gobiernos para controlar los derechos de los ciudadanos a informar y ser informados".Refiriéndose a la transición de un sistema de propiedad pública a un sistema competitivo que experimentan los medios rusos, Cebrián señaló que "el capitalismo no elimina las responsabilidades sociales, morales y políticas que son asumidas por los medios de comunicación en una comunidad".

Las autoridades, sin embargo, deben entender que son los mismos ciudadanos quienes deben definir sus necesidades. Cebrián exhortó a los medios de comunicación rusos a crear compañías de comunicación fuertes que sean capaces de resistir las presiones de los grupos multinacionales y de negociar con ellos, lo que, según dijo, es especialmente importante en el sector audiovisual.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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