Sudán se apea de la cumbre de El Cairo y llama a la guerra santa en la prensa

El régimen integrista de Sudán anunció el lunes por la noche que no participará en la Conferencia re la ONU sobre Población que se inicia el próximo lunes en El Cairo y su firme intención de lanzar una yihad -guerra santa- a través de los medios de comunicación contra las resoluciones de esta unión. Según las autoridades sudanesas, la conferencia fomenta la difusión de los "valores inmoles y contrarios a la refigión".

Según declaró el ministro de Planificación Social sudanés Alí Osmane Mohammed Taha, su Gobierno no se contentará con unirse al boicoteo que ha sido promovido por algunos sectores integristas islámicos. Tales sectores organizarán un foro paralelo con el fin de reunir a todas las fuerzas que se oponen a la conferencia y coordinar sus acciones a escala mundial.Sudán cuenta con uno de los índices de fecundidad más altos del África subsahariana con un promedio de 6,5 hijos por familia y que, al ritmo actual, duplicarán la población actual de 26,5 millones en un plazo de 22 años. La guerra que el Gobierno de Jartum libra desde hace años contra las etnias cristianas que son mayoritarias en el sur del país y que se oponen a la imposición de la sharia -la ley islámica- en sus zonas, ha situado a Sudán en la lista de los países más dependientes de las ayudas humanitarias internacionales.

Las autoridades sudanesas, sobre las que pesan las denuncias de diversas organizaciones de defensa de los derechos humanos por el genocidio de que ha sido objeto el pueblo nuba y las torturas y desapariciones sistemáticas de opositores políticos, también están en el punto de mira de diversas organizaciones de mujeres por proteger la práctica de la ablación del clítoris y otras mutilaciones comúnmente efectuadas en los órganos genitales de mujeres y niñas de este país.

Estas prácticas cuentan con una firme condena en el informe de este año sobre el Estado de la Población Mundial del Fondo de Población de la ONU (FNUAP) que organiza la conferencia de El Cairo, por los riesgos de por vida que supone para la salud y la capacidad de procreación de las afectadas, además del "trauma psicológico y los grandes dolores que provoca la operación". Las mutilaciones dejan, además, unas cicatrices que aumentan los riesgos de contraer enfermedades de transmisión sexual.

"Conspiración occidental"

La decisión de Sudán de retirarse de la conferencia de El Cairo y de librar "una batalla por la moral y los principios" sigue a la defección de la delegación de Arabia Saudí anunciada el domingo y el llamamiento al boicoteo de los países musulmanes lanzado el lunes por el gran mufti -la máxima autoridad religiosa- de este país donde se hallan las ciudades santas musulmanas de Medina y La Meca, el jeque Abdel Aziz Ben Baz.Varios dirigentes religiosos sudaneses han lanzado además una campaña en la que se acusa a la conferencia de la ONU de servir a los intereses de Israel y haber sido organizada en El Cairo, "corazón del mundo musulmán" para "golpearlos mejor". Esta visión coincide con la de algunos grupos del terrorismo islámico de Egipto, que han amenazado a los participantes de la conferencia y que consideran este acontecimiento como una conspiración occidental para restringir el crecimiento de las poblaciones musulmanas.

La justicia egipcia rechazó ayer la demanda interpuesta por diversas personalidades conservadoras para que se cancele la conferencia a la que acusan de fomentar el "libertinaje".

Entre los países musulmanes que han confirmado su asistencia a El Cairo se encuentran Irán, Turquía -que ayer anunció la cancelación del viaje de la primera ministra Tansu Ciller- Pakistán y Malaisia. Irán y Malaisia han apuntado a que se opondrán a cualquier mención sobre el aborto.

Un informe del Instituto de Análisis de Sistemas Aplicados hecho público en Viena asegura que la mayoría de los seres humanos -entre el 85% y el 87% del total- habitará en regiones en vías de desarrollo en el 2.030, año en que la población mundial será de unos 8.900 millones de personas.