EL VERANO MUSICAL TOCA A SU FIN

El quinteto británico Primal Scream actuará el miércoles antes que los Peppers. Este grupo ha girado durante casi una década alrededor de Bobby Gillespie, una figura delgada e inquieta de 30 años, que ha pasado por varias fiebres de la breve historia del rock, desde Chuck Berry o Buffalo Springfíeld, los Stooges, New York Dolls, Johnny Thunders, la psicodelia y el acidhouse, y, cómo no, Aretha Franklin, George Clinton y Rolling Stones, cuya influencia es apreciable en su cuarto álbum, Give out but dont'give up. Gillespie, de quien apenas se recuerda que fue batería de Jesus and Mary Chain, siente que los Primal han encontrado el camino: "Hay que pasar por varias etapas. Lleva tiempo madurar. Los Stones y los Beatles hacían versiones en sus primeros discos, y hasta 1965 los Stones no comenzaron a escribir sus propias canciones. Hoy en día, la gente espera que una banda saque su mejor basura desde el primer single, pero esto no funciona así".Este darse y no renunciar que expresa el título del disco comparte el ánimo renovado de Gillespie, que apenas tres años atrás padecía los efectos del éxito inesperado y las resacas de ciertas drogas de diseño. Después del impacto del tema Loaded y del álbum Screamadelica (1991), sintió que había llegado el momento de encontrarse con las raíces y partió a Memphis, Tennessee, a la tierra de Elvis y del rhythm and blues, a los orígenes del rock and roll. Sus letras hablan de esperanza y liberación, dan las gracias por el cambio a la música: "Cuando tengo malos rollos / necesito aliento espiritual. / Tengo que coger el tren del alma, / frenarme esta locura. / Doy un paso de gigante con Coltrane. John Coltrane, John Coltrane. Mata el dolor y el desdén ... con Coltrane".

Gillespie no vacila en proclamar el alivio terapéutico de la música: "Para tocar necesitamos a la gente. Para hacer el amor necesitas alguien con quien hacerlo. Es fantástico tocar para la gente, la energía es recíproca. Necesitas la energía de la audiencia para que te salga energía. La música es una de las últimas cosas que te hacen sentir. Estar sentado frente al televisor todo el día te anula". Tom Dowd, el productor de piezas maestras para Ray Charles, Aretha Franklin, Eric Clapton o Rod Stewart, el mismo que dirigió en 1986 la grabación de El año del cometa, de Miguel Ríos, acabó su labor en el último disco de los Allman Brothers y añadió el toque genuino a Primal Scream. Preguntaron a Mick Jagger qué sintió al oír este homenaje a su banda, y dijo: "Me gusta que haya gente que lo siga porque reafirma la fórmula. Se nota que han pillado bastante. Nosotros hicimos lo mismo cuando grabamos The spider and the fly. Sí, era una canción original, pero al estilo de Jimmy Reed".