La deuda y el reajuste laboral bloquean el contrato programa de Renfe

El contrato programa entre Renfe y el Estado se ha encontrado con dos importantes escollos: la deuda histórica (1,2 billones de pesetas) y el reparto del coste del reajuste laboral que quiere emprender la compañía (casi 9.000 personas hasta 1998, con un gasto aproximado de 45.000 millones de pesetas). Sobre el resto del contrato programa existe el acuerdo de tomar como base el plan estratégico 1994-98 elaborado por Renfe.

Este plan ha tenido como pilar básico una macroencuesta entre usuarios del tren en la que se pone de manifiesto el espectacular incremento del tráfico de cercanías, así como la concentración del 50% de todos los desplazamientos de largo recorrido en sólo 18 trayectosLos contactos entre los ministerios de Economía y Obras Públicas y Renfe, que debían haber culminado antes de las vacaciones estivales, se reanudarán en septiembre. Fuentes de la Administración calculan que el acuerdo definitivo puede quedar sellado "a finales de septiembre o principios de octubre". Para que este pronóstico no quede más que en un simple deseo, los negociadores aún deben solventar dos escollos de envergadura.

El primero es el de la llamada deuda de Renfe, que en estos momentos se sitúa en 1,27 billones de pesetas. La intención de la compañía pública es que sea el Estado quien se haga cargo de parte de ella -unos 600.000 millones de pesetas-, puesto que proviene de los gastos financieros de la creación de la red ferroviaria.

Impacto en el déficit

En la necesidad de que haya una ayuda para la empresa ferroviaria parece haber coincidencia, aun que no respecto a cómo hacerla efectiva. Prácticamente descarta da la posibilidad de que haya una empresa específica que se haga cargo de la gestión directa de la deuda y la renegocie, los contactos se centran más en la cuantía de la ayuda y en lograr que se prolongue durante varios años. Alargando el plazo, el impacto a corto plazo en el déficit, público de cualquier ayuda, gran temor de Economía, se aminoraría.El segundo de los grandes obstáculos al que se enfrenta el contrato programa es el reparto del coste del reajuste laboral que pretende emprender Renfe en los próximos cinco años. El recorte afecta a casi 9.000 personas, a través de jubilaciones anticipa das y bajas invcentivadas. Los gestores de la compañía calculan que el gasto de este reajuste es de unos 45.000 millones de pesetas, aunque matizan que el ahorro en personal a medio y largo plazo es muy superior.

La propuesta que hay sobre la mesa es que el Gobierno asuma parte de ese coste, aumentando las ayudas ya establecidas oficialmente para los casos de jubilaciones anticipadas, como ya se ha hecho en otras ocasiones, según comentaron fuentes de Economía. El alcance de esa ayuda extra es lo que aún está por determinar.

Respecto al resto del contrato programa, la decisión consensuada es aceptar el plan estratégico 1994-1998 elaborado por el equipo de Sala. Este plan recoge, como puntos centrales, los siguientes: una inversión global de 340.000 millones de pesetas, un crecimiento anual de los ingresos del 7%, una paulatina disminución de los costes, la potencia ción de las cercanías, la redistribución de las líneas de largo recorrido en función de su viabilidad económica, un recorte de las subvenciones públicas del orden de unos 150.000 millones de pesetas corrientes y una reducción de plantilla de casi 9.000 personas.

El programa 1994-1998, presentado oficialmente por la presidenta de Renfe, Mercé Sala, el pasado mes de mayo, se basó en una macroencuesta de 28.075 entrevistas que tenía como objetivo estudiar la movilidad -teniendo en cuenta los diversos medios de transporte existentes- entre centros urbanos demás de 30.000 habitantes y capitales de provincia.

Unos desplazamientos

La macroencuesta realizada por Renfe centra una buena parte de su atención en los viajes interurbanos. De los más de de 3.000 millones de desplazamientos que se producen en el año, el 27% son de carácter interurbano. El viajero medio de este tipo de desplazamientos responde al siguiente perfil:- Los hombres presentan una movilidad media superior a las mujeres. 93 desplazamientos al año frente a 57.

- El grupo de edad más viajero es el de 25 a 35 años (103 desplazamientos al año de media), en tanto que el ángulo opuesto lo ocupan los mayores de 65 años (17).

- Los ocupados de nivel intermedio son los que mayor frecuencia presentan en sus desplazamientos.

- La población con estudios universitarios realiza una media de desplazamientos más de tres veces superior a la de quienes no han acabado la educación básica.

"Tal vez uno de los aspectos entresacados de la encuesta que más han influido en el diseño del plan estratégico de Renfe sea el análisis de los desplazamientos de largo recorrido", explica el director general de Patrimonio de Renfe, Joan Jubert. Sólo 18 de de las líneas interprovinciales concentran el 50% de los desplazamientos de largo recorrido. Madrid es el origen o el destino del 75% de los desplazamientos de este tipo, ya que aparece en 14 de las 18 líneas de alto tráfico. Madrid-Andalucía y Madrid-Levante son las conexiones más activas.

"El trabajo es el motivo más frecuente de los viajes, aunque afecta a un número reducido de viajeros: un 53% de los movimientos corresponde a motivos laborales, pero sólo son realizados por un 17% de los individuos, que tienen una altísima frecuencia de viajes al año, 241 % resalta el director general de Patrimonio de Renfe.

Como contrapartida, los viajes de ocio son los más generalizados si se tiene en cuenta en la clasificación el número de personas afectadas (llegan a suponer un 78%), pero resulta que son también los menos frecuentes (11 viajes por persona y año). Ello supone que este tipo de viajes sólo representen el 11% de la movilidad total.