Los españoles se muestran hogareños y tolerantes

Los españoles ven la familia como lo más importante y creen que lo mejor es casarse por la Iglesia y tener dos hijos, aunque consideren perfectamente aceptable vivir juntos sin casarse; son mayoritariamente favorables al matrimonio civil de homosexuales, aunque no a que adopten niños. Son conclusiones del estudio Actitudes y opiniones de los españoles sobre la familia, hecho público ayer por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), y cuyos últimos datos son de 1994.La familia es considerada por los españoles como lo más importante (9,37 puntos de media sobre 10), antes que la vivienda (8,01) y la calidad de la vida (7,97). El 91,5% dice estar más bien satisfecho en 1994 con sus relaciones afectivas / familiares, sólo superado por las relaciones con los amigos (92,1%); en cambio, respecto al salario e ingresos, un 58% se muestra más bien insatisfecho.

Un 46% considera el matrimonio muy importante, y sólo un 4,7% le da poca importancia. Casarse por la Iglesia es visto por un 59,2% como la mejor convivencia, seguido en un 9,7% por vivir juntos sin estar casados y en un 9,3% por casarse por lo civil. Vivir en pareja sin estar casados le parece una decisión plenamente aceptable al 68,1 %, y un 26,2% lo considera como moralmente inaceptable. Un 65% opina que el interés de los hijos influye como primera razón para casarse en vez de vivir juntos.

Un 70,2% cree en 1994 que una pareja heterosexual no casada debería tener los mismos derechos que otra casada, y un 21,7% piensa que no. A las parejas homosexuales, un 53,4% le daría esos

derechos y un 34,6% no. Un 46,1 % cree que los homosexuales deberían poder casarse y un 42,9% no está de acuerdo; en cuanto a que estas parejas adopten hijos, un 55,2% se opone, y un 32,9% lo apoya.

En 1994 el 54,9% considera que el número ideal de hijos es dos. En 1985 el 49% pensaba que la razón más fuerte para el descenso de la natalidad era económica y un 43% veía la causa en los anticonceptivos; en cambio, en 1991, sólo un 31% señala que los hijos cuestan demasiado caros, y un 33% apunta a la in fluencia de los anticonceptivos. En ese año, un 59% no está de acuerdo en que se persiga judicialmente el aborto cuando peligre la salud física o mental de la embarazada; un 40% aprueba esa persecución cuando un bebé pueda causar serias dificultades sociales a la madre.

El 39% decía en 1991 que discutía los problemas con los hijos para llegar a un acuerdo. Un 58% de los hijos consideraba que sus padres le concedían bastante libertad, y un 24% que poca.