Kohl acusa al SPD de poner en peligro la política exterior alemana

El canciller alemán, Helmut Kohl, comenzó ayer la campaña electoral de su partido, la Unión Cristiano Demócrata (CDU), acusando a la oposición socialdemócrata de "poner en peligro la política exterior alemana de paz y seguridad". Kohl aseguró, en la presentación del programa democristiano, que en las elecciones del 16 de octubre "Alemania se enfrenta a una decisión de alcance histórico" entre el centro, que representa su partido, y un profundo giro a la izquierda, que supondría la victoria de los socialistas.Pero el partido de Helmut Kohl también se ha tenido que poner a la defensiva por las acusaciones de la oposición socialdemócrata de haber realizado un montaje electoral con el caso de contrabando de plutonio en el que aparecen implicados los ciudadanos españoles Javier Bengoechea y Julio Oroz, actualmente encarcelados en Alemania. La CDU, que quiere hacer de la seguridad interior uno de los principales temas de campaña, ha negado las acusaciones, calificándolas de absurdas.

El secretario de organización del Partido Socialdemócrata (SPD), Günter Verheugen, aseguró ayer que la desarticulación de la operación, en la que se detuvo a los dos españoles, fue "un montaje para ganar puntos de cara a las elecciones generales". "La cosa huele por todas partes", señaló Verheugen, quien acusó al Gobierno de poner en peligro la salud de la población por haber dejado entrar el plutonio en Alemania y no haberlo interceptado en Moscú, una vez hubiera alertado a las autoridades rusas.

Servicios secretos

El coordinador de los servicios secretos alemanes, Bernd Schmidbauer, que pertenece a la CDU, defendió la actuación del Gobierno y aseguró que los miembros del servicio secreto "ni provocaron la venta ni compraron ningún material radiactivo". Durante la presentación del programa de su partido, Helmut Kohl dijo que quería hacer "un Estado con autoridad, y no un Estado autoritario, para combatir la criminalidad organizada y el tráfico de sustancias nucleares".El ministro de Finanzas, Theo Waigel, líder de la Unión Social Cristiana bávara (CSU), coligada con el partido de Kohl, anunció que el contrabando de material radiactivo será estudiado en la próxima cumbre del grupo de los países más industrializados del mundo (G-7).

La coalición de CDU y CSU aparece en primer lugar en los últimos sondeos sobre intención de voto. El barómetro electoral del semanario Die Woche, publicado ayer, le concede el 43% de los sufragios, mientras la oposición socialdemócrata conseguiría únicamente el 37%.

Con ese resultado, Helmut Kohl podría mantenerse al frente del Gobierno, ya que el Partido Liberal (FDP), que también forma parte de la coalición, alcanzaría el 7% que le falta para llegar a la mayoría absoluta.