Agricultura cifra en 100.000 millones las pérdidas por los incendios forestales

El ministro de Agricultura, Luis Atienza, cifró ayer en 100.000 millones de pesetas las pérdidas ocasionadas por los incendios forestales durante este año, según una primera estimación de su departamento.Atienza expresó su preocupación ante la posibilidad de que algunos fuegos sean provocados por personas que luego se benefician de las labores de extinción o se oponen a la declaración de parques naturales.

En una reunión informativa para dar cuenta de sus cien primeros días al frente de Agricultura, advirtió que los próximos días van a ser nuevamente de alto riesgo de incendios en todo el país. Frente a las 90.000 hectáreas quemadas en 1993, la cifra más baja desde 1977, en los ocho primeros meses de este año han ardido cerca de 300.000 hectáreas, de las que más de 160.000 corresponden a superficies arboladas.

El ministro calificó este año de negativo, aunque agregó que globalmente, salvo los grandes incendios, se han dado pasos positivos. En la última década, según datos del Icona, se ha producido un aumento en el número de incendios, que ha pasado de 7.200 en 1984 a más de 14.000 en 1993. Por el contrario, en el mismo periodo, la superficie quemada ha experimentado una sensible reducción por cada fuego.

Durante 1994, de los 9.000 incendios registrados hasta ahora, sólo unos 40 han supuesto las tres cuartas partes de la superficie total afectada. En opinión de Atienza, no se pueden achacar los incendios a viejas cuestiones, como los intereses industriales o urbanísticos, ya que no se han recalificado los suelos quemados.

El ministro insistió, como causa de los incendios, en las condiciones climatológicas y en acciones involuntarias, por la quema de pastos y rastrojos o visitas de fin de semana. También reconoció la existencia de fuegos intencionados, posiblemente con vinculaciones con los trabajos de extinción, aunque alegó no poder ser más explícito al respecto.

Igualmente admitió que, en muchos casos, hay sectores opuestos a la declaración de parques naturales de las zonas siniestradas y ahí podría radicar otra explicación.